Entre los apresados está un muxián tiroteado en su casa el mes pasado
15 ene 2015 . Actualizado a las 00:18 h.El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de A Coruña (EDOA) realizó ayer un amplio y aparatoso despliegue en las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra, contra un grupo de delincuentes relacionados con el tráfico de drogas que estaban a punto de secuestrar a un empresario ourensano y a su familia para exigirle dinero. Una actuación que se saldó con 11 detenidos, cuatro de ellos en Muxía, tres en Lugo, uno en Cambados, uno en Ponteareas y dos en A Coruña.
Los agentes, que llevaban tiempo siguiendo a esta banda, bajo la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Ribeira, se vieron obligados a intervenir ante «la aparente inminencia» de este secuestro y «al elevado riesgo que suponía para la supuesta víctima y su familia», tal como informa el instituto armado en un comunicado.
La banda, a la que se le atribuyen los delitos de pertenencia a grupo criminal, tráfico de drogas, homicidio en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas y conspiración para el robo con violencia e intimidación; se dedicaba, supuestamente, a apoderarse del dinero que les ofrecían otros traficantes interesados en adquirir droga. De hecho en los cincos registros domiciliarios realizados los guardias se incautaron de tres pistolas, diversa munición, dinero en efectivo y varios paquetes que simulaban contener estupefacientes, presumiblemente para perpetrar los engaños a los compradores.
Este asunto, que la Guardia Civil llevaba en absoluto secreto, se destapó el pasado 4 de diciembre, cuando resultó herido por arma de fuego Bernardino Ferrío, un vecino de Aboi (Muxía) también detenido en esta operación junto a su hijo menor. En aquel incidente, que vendría motivado por una operación de supuesto intercambio de droga y que desembocó en un intento de robo con violencia, también resultó alcanzado por otro disparo uno de los miembros del grupo de asaltantes que estaba siendo investigado y que acabó solicitando asistencia médica en el hospital Lucus Augusti de Lugo.