Las deudas ponen a la cofradía de Malpica al borde de la quiebra

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

El pósito tendrá que negociar con Portos para no tener que cerrar

14 dic 2014 . Actualizado a las 05:10 h.

El patrón mayor de Malpica, Pedro Pérez Martelo, lo dejó ayer muy claro en la asamblea: «Se non aprobamos as vinte medidas, o día 2 de xaneiro temos que pechar a porta». Sin embargo, la situación es tan desesperada que ni el apoyo de los armadores y percebeiros manifestado en el encuentro de ayer podrá salvar a la institución de la ruina si no se logra negociar la deuda con la Administración, sobre todo con Portos de Galicia.

Una de las dos mayores cofradías de la Costa da Morte lleva años sin abonar las tasas por uso de las instalaciones portuarias. La cantidad es tan elevada que la agrupación solo podrá salir adelante si la Consellería do Mar da facilidades de pago, aunque solo de una parte, ya que la otra está ya en Hacienda y vendrá por la vía de apremio. El patrón mayor no quiso desvelar el montante de la deuda, que ha dejado la institución al borde de la ruina y obligada a tomar duras medidas, impensables hace solo unos meses, bajo la dirección de Genaro Amigo, a pesar de que entonces la situación era ya desesperada, aunque se mantenía oculta. De hecho, Pedro Pérez señala que las dificultades económicas se arrastran desde hace al menos diez años.

A la asamblea de ayer acudieron el 90 % de los armadores de cerco, del día y los percebeiros. Fue a puerta cerrada y los presentes apoyaron las medidas aprobadas por la junta general, que entrarán en vigor el primer día hábil del próximo año.

En cuando comience el 2015, pagarán por primera vez una cuota, de unos 120 euros anuales, y subirán los servicios generales, desde el hielo a la carnaza pasando por el uso de la nave de rederas o del camión pluma. Las tarifas son las mismas que había en el 2004.

Además, todos los barcos que acudan a Malpica a descargar pesca tendrán que realizar una aportación y pasar por la lonja. El mínimo será del 1 % de lo que se comercialice, tanto si es en la rula local como en otra, por lo que los patrones tendrán que comprometerse por escrito. Si no lo hacen, los servicios les costarán mucho más caros.

Pérez Martelo señala que la idea es empezar a «levantar cabeza» más o menos en junio y que si las cosas salen bien y se recuperan las arcas de la cofradía, los precios podrían quedar nuevamente congelados por «outros dez anos».

Las medidas podrían tener reflejo próximamente en otras cofradías de la zona, porque la mala situación económica es prácticamente general, incrementada por la caída de las capturas, tanto por los continuos temporales de este año como por los cupos de la Unión Europea y la desbandada de los armadores a la lonja de A Coruña, donde ahora se vende la práctica totalidad de los percebes.