El artista argentino afincado en Portland actuará esta noche en Carballo
21 nov 2014 . Actualizado a las 10:16 h.Recuperado ya plenamente de la operación a la que se sometió para superar una enfermedad que le impedía salir de gira porque no podía encadenar más de dos o tres actuaciones, el músico Fernando Viciconte -nacido en Buenos Aires en 1969, aunque de origen gallego y establecido en Estados Unidos desde los 3 años- ha regresado a la carretera con fuerza. Tras visitar en las últimas semanas junto a The Delines Inglaterra, Bélgica, Noruega, Dinamarca y Alemania esta noche llega a Carballo para ofrecer un concierto en el Pazo da Cultura (21 horas).
-Ha recorrido media Europa con The Delines, pero ahora realiza una minigira por España en solitario.
-Bueno, me encontré con mi novia en Heathrow y venimos juntos, así que mejor no podía ser. Además, aprovecharé para reunirme con mi familia, porque mi abuelo era de Bilbao y mi abuela de Santiago. Tuvieron que marcharse por la Guerra Civil como tantos otros y no volvieron, así que para mí será muy especial juntarme con mis familiares. Espero ver en Carballo a los parientes que aún tengo en Galicia.
-Un nieto e hijo de emigrantes que también tuvo que emigrar.
-Así es, con tres años nos fuimos a Estados Unidos, a Los Ángeles y hace unos 20 que me mudé a Portland, Oregón, que creo que es un sitio parecido a Galicia. ¿Que tiempo hace por ahí ahora?
-Lluvia y frío.
-Pues en efecto [risas].
-¿En su música pesan más las raíces latinas o la cultura anglosajona?
-Tengo un estilo más parecido al country, al folclore americano, pero en el año 98 grabé un disco que se llamó Pacoima en recuerdo del barrio donde nació Ritchie Valens, el autor de La Bamba, que tiene más influencia mexicana.
-¿Qué le ofrecerá al público que acuda al Pazo da Cultura de Carballo?
-Canciones tristes, pero en las que también hay esperanza. Si les gusta la música de Bob Dylan o Neil Young les va a gustar el concierto, porque son dos de mis referentes. Esta minigira será también más de country, de lamentos, a lo Leonard Cohen, que los anteriores conciertos con The Dealines porque en solitario es más complicado hacer rock and roll, pero espero que el público de ahí me dé una oportunidad.
-¿Cómo ha sido trabajar con artistas de la talla de Peter Buck, guitarrista de REM, que participa en su próximo disco?
-Para mí fue una sorpresa. A Peter Buck lo conozco desde hace 8 o 9 años y cuando estuve enfermo y tuve que dejar de cantar me lo encontré en un bar y tras preguntarme por qué no seguía actuando se ofreció a colaborar conmigo si volvía a grabar un disco. Pensé que era una broma, pero no. Fue una experiencia espectacular porque es una persona humilde que sabe que la canción es más importante que la estrella, que se interesa más por la música que por la fama y el dinero.
-¿Qué ha supuesto la enfermedad y ese parón de varios años en su carrera?
-La enfermedad te demuestra que no tienes mucho tiempo en esta vida, que hay que aprovecharla al máximo, por eso en el nuevo disco hablo mucho de la muerte, pero también de la vida, del amor y de disfrutar. Ha sido un antes y un después para mi.