«La serie puede llegar a públicos muy diferentes»

M. r. / p. b. m. carballo / la voz

CARBALLO

Sheyla Fariña.
Sheyla Fariña. SANDRA ALONSO

Asegura que este papel es para ella «todo un sueño»

03 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Sheyla Fariña (Tordoia, 1986) interpreta a Álex, una joven estudiante de periodismo, en Serramoura. De esta contó ayer en Radio Voz Bergantiños que podría estar inspirada en casi cualquier lugar del interior gallego, «aparentemente normal». Cree que las tramas secundarias que tiene el thriller, pueden lograr que la serie llegue a públicos muy diferentes. «Los guiones me encantaron desde el primer momento», asegura.

-¿Sigue su familia estando en Tordoia?

-Prácticamente toda. Mis padres, que eran de ahí pero de aldeas distintas, se fueron a vivir a A Coruña, que es dónde me asenté yo, pero el resto, un 80 o 90 % siguen viviendo en Tordoia. Voy con frecuencia.

-¿Qué puede contar sobre su personaje?

-Álex es una estudiante en Santiago. Una chica normal, diría yo. Lo que pasa es que las situaciones que viven igual no son tan cotidianas para nosotros, gracias a Dios [ríe]. Su rasgo más característico, el que más me gusta de ella, es que es una chica valiente, luchadora, peleona. Álex es como la sonrisa de Serramoura, una chica alegre, aunque no sé si después en la serie se va a ver así. Por un lado ella pone el punto inocente, pero también es de armas tomar.

-Este papel, como hemos podido leer, le llega tras tres años de parón interpretativo, cuando quizás empezaba otro camino.

-Sí. Estudié arte dramático. Hice teatro en el cole toda mi vida, después empecé en televisión en una serie, luego llegaron cositas en algunas pelis... Siempre fueron saliendo proyectos, pero en los últimos tres años, desde Vilamor, nada, así que ya me estaba planteando otras vías, aunque siempre queriendo que mi futuro estuviese ligado a la interpretación. Pero de repente llegó este cásting. Tuve suerte, porque había muy buenas actrices, así que fue un notición. Es que me encanta. Todo. La serie, el equipo, el trabajo, los compañeros... Es un sueño. Algunos, y yo sobre todo, aún estamos aterrizando. Fueron unos meses muy intensos, intentando exprimir al máximo el tiempo.