Ya no queda espacio para los puestos, la asistencia a las misas desborda previsiones e incluso el tiempo parece que mejora
11 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El buque insignia de las romerías gallegas, la de Nosa Señora da Virxe da Barca de Muxía, arrancará mañana en un escenario atípico, porque el santuario se quemó las pasadas Navidades y los temporales del invierno no hicieron más que incrementar los daños. De ahí que este año no se pueda entrar en la basílica, pero todo lo demás sigue como siempre y los acontecimientos de los últimos días no hacen más que presagiar un nivel de asistencia multitudinario, incluso superior al habitual, durante todo el fin de semana.
Las misas de la Novena han superado la barrera del millar de asistentes, la procesión de romeros a pie hacia Muxía no cesa y en el aspecto organizativo está prácticamente todo listo, al punto que casi no queda espacio para la instalación de más bares o puestos de venta.
Hasta las previsiones meteorológicas se están poniendo del lado de la fiesta, porque los aguaceros con vendaval de los que hablaban a principios de semana se han tornado en, como mucho, algunos chubascos.
Así, la celebración, de interés turístico nacional desde 1989, garantiza su reinado como la romería más intergeneracional, que prácticamente cierra el calendario festivo del verano en la Costa da Morte y Galicia.
ROMARÍA DA BARCA