Precisamente ayer llegó a Fonteboa un grupo de estudiantes del centro Meslay, de La Vendée.
-¿Son muy distintos esos estudiantes?
-Tienen otras preocupaciones y más dinamismo. Nosotros hemos pensado que el futuro se agotaba en la vaca y hay muchas más actividades. Precisamente el plan con los alumnos franceses es presentarles que hay muchas más cosas y que cada uno tiene que hacerse un sitio. Tenemos mucho terreno forestal, por ejemplo. Casi las dos terceras partes del territorio están plantadas de árboles. Ese ha sido nuestro proceso y tenemos que saber de dónde venimos, cómo estamos y a dónde vamos.
-¿Por eso hacen tantos viajes?
-Los estudiantes necesitan movilidad. Es muy importante que la gente conozca otras realidades para poder copiarlas de forma inteligente. Hay que intentar ser más competente, quejarse menos y ser más apasionado del trabajo.