Sobre las intensas relaciones entre Camariñas y Suiza ya se ha escrito mucho, y más que se hace a diario entre los centenares de emigrantes de este municipio (y del resto de la comarca) y sus familiares y amigos. Los caminos entre uno y otro lado son constantes: en coche particular, en taxi, en furgoneta, en autocar desde A Coruña o Santiago, en avión... Y ahora habrá que añadir también la bicicleta.
Han abierto esa puerta Yolanda Marcote Insua y Marcos Tajes Bermúdez. Él, camariñán de 40 años, emigró con 9, en 1983, al cantón de Jura, cerca de Delemont. Ella, hija de un emigrante de Arou y una de Piñeiros-Cambeda, ambos ya con residencia en Arteixo, pero nacida y residente en el cantón de Berna, también ceca de Jura, donde el idioma dominante es el francés.
La pareja acaba de cumplir los 15 años juntos (y él, los 40, otra buena cifra), y para celebrarlo se plantearon hacer el Camino de Santiago y terminarlo en casa, en Camariñas. Yolanda ya lo conocía, porque hace dos años recorrió el tramo Irún-Santiago. Le encantó y quiso repetir. Pero desde Suiza, a pie, son tres meses, mucho tiempo. En bicicleta, solo uno. Y los dos se animaron y se echaron a la carretera. Salieron el 21 de julio y llegaron a Camariñas el pasado viernes 22. Antes, el 20, habían culminado en Santiago, el 21 ya estaban en Fisterra, y el viernes, final. Cuenta Yolanda que «foi unha experiencia moi boa, intensa, chea de emocións, porque era unha viaxe para chegar á casa, á terra». En total, 33 días para 2.203 kilómetros.
Volverán a Suiza el próximo fin de semana, pero ya en un medio mucho más rápido, el avión. Las bicicletas se quedan en Camariñas, listas para nuevas aventuras en próximas visitas de vacaciones, ya que no fallan ningún año. La de este es de las que no se olvidan.