Rouco cumple 25 años de visitas a Carballo

S. G. RIAL redac.carballo@lavoz.es

CARBALLO

José García Gondar y Razo, ayer en la capilla de A Milagrosa de Carballo.
José García Gondar y Razo, ayer en la capilla de A Milagrosa de Carballo. Ana Garcia

12 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Estos días se cumplen 25 años de la Jornada Mundial de la Juventud en Santiago, aquella que reunió a miles de jóvenes en la capital compostelana en torno al arzobispo Antonio María Rouco Varela. La conmemoración de estas bodas de plata ha logrado un eco apreciable, y muchos de aquellos participantes recorrieron hace unas jornadas una parte de los tramos que andaron en su momento, seguramente cuando las piernas iban más ligeras (puede que hasta el espíritu), porque un cuarto de siglo pasa para todos, y los que entonces éramos jóvenes, hoy más bien ya no lo somos.

Esa es la efeméride oficial, pero la intrahistoria de aquella celebración incluye el inicio de una serie de visitas a Carballo, justamente aquel 1989, que nunca han cesado desde entonces. Con la particularidad de que el arzobispo fue cada vez a más, pasando a ocuparse, con los años, de la diócesis de Madrid, la más importante de España, y de la presidencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el máximo órgano de la Iglesia en España. Incluso en alguna quiniela apareció como papable, pero esos boletos suelen ser como los de la Primitiva de verdad: es muy raro que toquen. Ahora, parece que le queda ya poco para jubilarse, pero sigue al mando en Madrid.

El caso es que, pese a sus cargos, siempre se ha mantenido fiel a Carballo en la segunda semana de agosto, y ayer no fue una excepción. Poco después de las 13.00 horas, llegaba a la capilla de A Milagrosa, donde lo esperaba el párroco, José García Gondar, y varios sacerdotes. Hubo un momento de recuerdo para religiosos fallecidos, algunos hace años, como el arzobispo Maximino Romero de Lema o el obispo Uxío Romero (ambos de Baio), además de otros como José Cerviño, Germán Alonso, Benigno Rocamonde, Jaime Baamonde o Daniel Cerqueiro. También visitó la Casa de Acollida, pareja al templo.

Después tocó comida. Durante todo este tiempo, los lugares han sido tres. En las primeras ediciones, churrascadas junto a la capilla de San Adrián, en Malpica. Después, el restaurante Náutico de Razo, y ahora, Casa Sánchez, en Erbecedo- Coristanco, un lugar en el que, por cierto, no es nada raro encontrarse a algunos curas de la zona.

En el grupo había unas 26 personas. La mayoría, de fuera, y con un nivel de curia como el que puede verse pocas veces, incluso en Galicia. Además del propio Rouco, tres obispos: el de Santiago, Julián Barrio; el de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, y el Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, viejo conocido (y de gratos recuerdos) de muchos vecinos de la zona de su época del Seminario Maior de Santiago. En una escala inferior en la jerarquía eclesiástica, también estaba el vicario general de Compostela, Víctor Maroño, y el provincial de A Coruña, José Luis Veira Cores, que es natural de Artes. Aunque, en este tipo de comidas veraniegas, reuniones informales, los galones se dejan en la entrada de restaurante y todo navega por las tranquilas aguas de las veteranas amistades.

La comida en Coristanco reunió al cardenal y a

tres obispos