El grupo municipal del PP de Carballo ha dado señales de vida estos días. Las elecciones locales empiezan a estar próximas y hay que moverse. De ahí que sacara varias fechas de su carcaj y haya disparado en varias direcciones para ver si con alguna daba en el blanco, y lo ha logrado: los vertidos de Razo. Esos muy disputados regueros que surgen de dónde nadie parece saber dónde a pesar de que, en teoría, esta desordenada localidad costera carballesa está saneada y con estación de tratamiento en funcionamiento, con lo cual las aguas deben estar limpias y relucientes. Las condiciones objetivas hacían incomprensible la no concesión de la bandera azul este año. Incluso el gobierno local, con su orgullo herido, pretende conseguir una certificación de calidad, pero en medio aparece de entre los taludes el reguero de los enterococos. O el ejecutivo local encuentra rápido la causa, el origen y el autor del vertido o tendrá que seguir viendo como el principal partido de la oposición seguirá rascando en esta herida surgida como de la nada de la noche a la mañana. As Saíñas, Baldaio y Razo son los tres focos de atracción turística de Carballo. Sus condiciones y su belleza son inmensas y no pueden estropearlas un reguero que no sabe ni de dónde procede.