El patrimonio soneirán se despereza

manuel rey / j.v. lado CARBALLO/ CEE / LA VOZ

CARBALLO

Las Torres y los Batáns recibieron ayer a los primeros turistas del verano

25 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Más vale tarde que nunca, dice el refrán. A una semana de que termine julio, las Torres do Allo y los Batáns do Mosquetín ya están abiertos al público. Desde el pasado verano, cualquier turista que se acercaba a dos de los enclaves turísticos más destacados de la Costa da Morte se topaba con la puerta cerrada en sus narices. Al menos, en el puente del Apóstol ya estarán abiertos para los turistas.

En las Torres do Allo aún quedaba ayer trabajo por hacer. Los guías Mariña Lema y Alejandro Arce tendrán que encargarse de cortar la hierba del exterior. Aún no habían recibido ninguna visita al mediodía de ayer. Eso sí, los vecinos de O Allo se mostraban satisfechos por la reapertura. «¿E pódese entrar a velo?», preguntaba una lugareña que caminaba por la pista escoltada por carballos que lleva desde la AC-552 hasta la entrada del pazo.

Batáns do Mosquetín

Siguiendo durante unos kilómetros, tras cruzar y descruzar el río Grande, ya en el Concello de Vimianzo, los Batáns tenían más actividad en la mañana de ayer. En la primera hora de apertura, las guías Rebeca Cives y Ana Silvarredonda ya habían recibido varias visitas. Entre ellas, destacó la de una pareja de novios (él de Camelle, aunque lleva toda la vida en Suiza, y ella nacida en el país helvético, que se casaron el pasado fin de semana en Laxe y estaban realizando el álbum de fotos del enlace.

Antes del mediodía, otros dos grupos llegaron al conjunto etnográfico. Conocieron de primera mano el funcionamiento de los batanes y los molinos y su diferente función (los primeros para tupir mantas de lana, los segundos para moler el grano.

Eso si, como en las Torres do Allo, el aspecto que ofrecen al visitante es mejorable. Los focos que iluminan el interior están fundidos, por lo que esperan que se puedan reparar de cara al lunes, dado que así es complicado mostrarle el interior de los Batáns a los visitantes. Y en la carretera de acceso, un árbol arrancado de raíz pende sobre la carretera, solo sujetado por un cable eléctrico que cruza la vía.

en directo primera jornada de puertas abiertas