Los puntos más turísticos suben visitas pese a la precaria gestión

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

El escultor José Garrido, con las autoridades al fondo, durante la inauguración en el Faro Vilán.
El escultor José Garrido, con las autoridades al fondo, durante la inauguración en el Faro Vilán. ana garcía< / span>

La exposición del Faro Vilán la vieron 4.300 personas en una semana

22 jul 2014 . Actualizado a las 07:10 h.

Aunque muchos profesionales e incluso algunos responsables públicos coinciden en que el sistema de gestión no puede ser más precario y caótico, los principales recursos patrimoniales que ejercen de polos de atención turística no dejan de incrementar el número de visitas desde que arrancó el verano.

En este sentido merece especial mención el caso del Faro Vilán de Camariñas, que funciona con la colaboración de Neria y la asociación de empresarios. La exposición de pintura y escultura de Yano Yoro y José Garrido, ha sido vista por 4.300 personas en poco más de una semana y aún le queda recorrido hasta el próximo 31 de agosto. Un atractivo que se une al del propio Centro de Interpretación dos Naufraxios, Faros e Sinais Marítimos.

Los otros museos que gestiona Neria, como el de la electricidad de O Ézaro, está entre las 250 y las 300 visitas diarias, que suben a cerca de las 700 los fines de semana, y el de la pesca de Fisterra, alrededor del centenar, a diario, y entre 200 y 300 sábados y domingos, mientras que el Seno de Corcubión, prácticamente funciona solo bajo petición previa para grupos organizados. Nada que ver en cualquier caso con el Faro Fisterra, que está casi todos los días por encima de las 1.000 personas y alcanza el doble los fines de semana, siempre según los datos de la asociación.

Pese a esta indudable demanda, los recursos públicos y la implicación de las Administraciones en la gestión brilla por su ausencia. Según explica el secretario de Neria, Xan García, años atrás se firmaban convenios con la Deputación o la Xunta para el mantenimiento, pero hace ya varias campañas que funcionan con los escasos empleados que tienen y las aportaciones de personal voluntario, al que solo le pagan los desplazamientos o la comida en algunos casos. Todo ello con las cuotas que reciben de los concellos y el resto de socios, pero sin ayuda pública específica alguna.

«En Fisterra temos dúas persoas de once a nove todos os días e en Vilán, unha de once a dúas e de catro a seis. Só de luz, pagamos en torno a 400 euros todos os meses e con un montón de problemas porque ás veces mándanos facturas desorbitadas e incluso hay que denunciar», explica García.

Así, con Neria prácticamente sin recursos y en una controvertida situación respecto a los apoyos políticos que tiene, tampoco se ha desarrollado otro medio de gestión alternativo y mucho menos con vocación de dar cobertura al conjunto de bienes de la comarca, con lo que únicamente funcionan algunas fundaciones independientes como Fernando Blanco, Pondal y López Abente y ejemplos casi heroicos como el Melga y Torre Pujales.