El Museo da Pesca, el Castillo y Dombate ofrecen ejemplos positivos de utilización

La Voz

CARBALLO

22 jul 2014 . Actualizado a las 07:10 h.

Dentro de un panorama global desolador florecen algunos ejemplos que escapan de esta quema, el principal, el Castillo de Vimianzo, que merced al convenio de la Deputación y el Concello está abierto todo el año, solo cierra los lunes, tiene dos profesionales y, además ofrece demostraciones de artesanía en vivo. Incluso ahora, los domingos de julio y agosto, la compañía Os Quinquilláns lleva a cabo la dramatización Castelo Vivo, un atractivo espectáculo y una forma distinta de conocer la fortaleza.

También el Museo da Pesca de Fisterra, por una cuestión prácticamente personal porque el poeta y guía Alexandre Nerium y sus explicaciones son en sí mismas el principal atractivo del centro, recibe críticas muy positivas. Ocurre algo parecido con Ángel Eiroa en el Dolmen de Dombate, que ahora cuenta con la novedad de las visitas guiadas del viernes por la noche y, al menos permanece abierto de martes a domingo, aunque nada se sabe de lo que ocurrirá a medio plazo. Y también está en funcionamiento el Ecomuseo Forno do Forte de Buño.

En el capítulo más negativo se sitúan los Batáns do Mosquetín (Vimianzo) y las Torres do Allo (Zas) que a día de hoy siguen cerrados y sin fecha de apertura, pese a que deberían llevar más de 20 días accesibles al público. Una categoría en la que también se incluye el Museo do Mar de Laxe, que, después de años, sigue prácticamente olvidado.