Vive honestamente, no hagas daño a nadie y da a cada uno lo suyo». Es un consejo del jurista romano Ulpiano. Pero qué difícil es seguirlo en todos sus términos o al menos debe serlo para la docena de políticos de la Costa da Morte que llevan la medalla de la imputación colgada al pescuezo, algunos ya durante todo el mandato y otros menos tiempo. La lista va engordando poco a poco. La titular del juzgado número 1 de Carballo acaba de sumar al regidor de Coristanco al escuadrón de ediles enfangados en los juzgados. Pensado Plágaro tendrá que llevar, como los otros, el pesado sambenito hasta que, más tarde que temprano, la Justicia tome una decisión definitiva sobre su caso. El alcalde coristanqués se ha enlodado hasta las rodillas en las guerras e intereses de dos empresas dedicadas a los residuos de depuradoras. Un lucha tan maloliente como la materia con la que trajinan. La instructora ve indicios de malversación y prevaricación y quiere ver al regidor el 18 de septiembre, después de las romerías y antes de la Festa da Pataca, para hacerle unas cuantas preguntas. Al alcalde podrían acompañarlo otros miembros de su gobierno local para completar el furgón de los imputados. A toda la maraña de los fangos hay que añadir las 2.000 facturas y contratos con nueve empresas que el Seprona se llevó del consistorio el mes de febrero último, cuando los agentes entraron a saco en las oficinas del consistorio para hacerse con un cargamento de documentación. Meses antes, la propia secretaria municipal había hecho una denuncia ante la Fiscalía, con lo que la madeja se lio más todavía. La querella de una compañía medioambiental es la punta del iceberg y lo que ha desencadenado la avalancha judicial que ha puesto al Ayuntamiento coristanqués en una situación comprometida, lo que se repite en otros concellos, con alcaldes pendientes de los autos, los recursos y las dilaciones imprescindibles para poder llegar aún habilitados a la meta de salida de las próximas elecciones locales, lo que a la fuerza deja en un segundo plano los intereses de los vecinos. En los anteriores comicios, los votantes dieron poca importancia a la implicación de sus mandatarios en causas judiciales, pero está por ver si en mayo próximo ocurre lo mismo después de todo lo que ha caído en los últimos tiempos, con tanta operación y tanto político implicado en la podredumbre de la corrupción y con la gente que empieza a sensibilizarse ante tanto hedor que desprenden muchas instituciones. Ethel Vázquez. La Costa da Morte tiene, por primeva vez, una conselleira en la Xunta. Hubo otros, pero cuando el Gobierno gallego no era más que un engendro sin apenas competencias ni recursos para llevarlas a cabo. La ingeniera pontecesana ha asumido esta semana el mando del departamento con más peso en el Ejecutivo autonómico, el de las grandes inversiones. Y la principal, que es la autovía de la Costa da Morte, continúa parada a la espera de que los bancos abran el grifo de la financiación a las adjudicatarias. Una dura montaña que Ethel Vázquez ha de escalar a las primeras de cambio, pues mientras las entidades financieras cuentan el dinero de los beneficios, los tojos siguen creciendo en los desmontes abiertos a lo largo de la comarca. Si logra su objetivo, en este extremo de Galicia estaríamos enhorabuena por doble motivo.
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