La falta de señalización desorienta a los peregrinos entre Lires y Muxía

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La Guardia Civil rescató ayer a un catalán en un acantilado de Nemiña

03 jun 2014 . Actualizado a las 13:07 h.

La falta de señalización en algunos tramos del Camino de Fisterra, sobre todo entre Lires y Muxía, desorienta y pone en peligro la vida de los peregrinos, que luego tienen que ser rescatados por los equipos de emergencias. En otros casos, es la propia imprudencia y el desconocimiento del entorno los que provocan los accidentes.

Ayer se sumó a esta larga lista de sucesos Cándido Bermejo Marqués. Su historia tuvo por suerte un final feliz. Este catalán, de 65 años de edad, y residente en Barcelona, se encontraba haciendo el Camino de Fisterra. Había salido de Fisterra sobre las 7.20 horas. Caminaba en dirección a Muxía. Pasadas casi cuatro horas y por causas que se desconocen, el peregrino se desorientó y se fue metiendo más y más en la costa hasta que llegó a un punto de no retorno. Magullado y perdido, no sabía salir de la zona escarpada en la que se encontraba. Llamó al 112 advirtiendo de su situación. Eran las once de la mañana. La central de emergencias alertó a la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil de Muxía, que pusieron en marcha un amplio dispositivo de búsqueda por tierra.

Pero por la zona también se encontraba un helicóptero del instituto armado, con base en el aeropuerto coruñés de Alvedro, que se encontraba realizando un «trabajo rutinario» por este tramo de la Costa da Morte.

Exhausto

Fue precisamente la tripulación del aparato la que, una hora más tarde de haberse dado la voz de alerta, dio con Cándido Bermejo Marqués. Estaba exhausto y sin posibilidad de salir del acantilado por su propio pie. El helicóptero había rastreado la zona comprendida entre Lires y O Rostro, y localizó al peregrino en una zona de alta y espesa vegetación que impedía por completo su localización desde tierra.

Tras efectuar las maniobras de rescate oportunas, los guardias civiles lograron subir a Cándido Bermejo al helicóptero «y ante el evidente estado de extenuación» que presentaba el herido, que le impedía incluso caminar con normalidad, fue traslado en helicóptero hasta el Virxe de Xunqueira de Cee, donde fue atendido por los servicios médicos.