Es poco habitual que en la Costa da Morte los aficionados sigan a un equipo que no sea Deportivo, Barcelona o Real Madrid. Aunque en esta temporada han salido seguidores del Atlético de debajo de las piedras, no hay constancia de muchos casos como el de Iván Macías, un joven carballés que es un auténtico fanático del Villarreal. En 1998, Iván, que residió durante años en Suiza, estaba viendo con su padre un partido histórico para el «submarino amarillo», como se conoce al modesto pero exitoso equipo castellonense. «Le ganamos al Barcelona 1-3 en el Camp Nou, recuerda Iván. «El equipo acababa de ascender a Primera (curiosamente, frente al Compostela en San Lázaro), y desde ese día empecé a seguirlo».
Iván viaja todos los años a El Madrigal, el estadio del Villarreal, para seguir en directo algún partido. Vivió en directo algunos de los grandes momentos del club, pero también los peores, como el descenso a Segunda hace un par de temporadas. Y ya es un vecino más de la ciudad. Lo han invitado a programas de radio y televisión y sigue al detalle la actualidad del club a través de Internet. Tiene muchos amigos allí e incluso ha hecho de macero en una de las procesiones más concurridas del año. «Estaba con un amigo y me comentaron que había una baja en la procesión. Me propuso ir y acepté». No dudó en vestirse el traje tradicional y sumarse al paso.
Su habitación está llena de bufandas, camisetas y recuerdos del club amarillo. Ahora, desea que el Deportivo ascienda para poder ver a su equipo cerca de casa. «Este año también he ido a Vigo y sería una alegría ver al Villarreal en Riazor», señala.