Lucha desde el Chuac contra la herencia del cáncer de mama

R. Domínguez, P. Blanco

CARBALLO

Profesionales del equipo de mama en el hospital Abente y Lago coruñés: de izquierda a derecha, Begoña Graña, José R. Varela, Joaquín Mosquera, Benigno Acea y Carmen Cereijo.
Profesionales del equipo de mama en el hospital Abente y Lago coruñés: de izquierda a derecha, Begoña Graña, José R. Varela, Joaquín Mosquera, Benigno Acea y Carmen Cereijo. marcos míguez< / span>

El Abente y Lago estrenó en enero una consulta de alto riesgo en tumores por la que han pasado ya 130 pacientes

23 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Complejo Hospitalario Universitario A Coruña estrenó este año, en el mes de enero, una consulta de alto riesgo de cáncer de mama hereditario en la que, además de resolverse temores, se anticipan a las posibilidades. Haberlo tenido antes, y más antes de los 50, que lo tenga la madre, una hermana, una hija o la abuela, así como haber pasado por uno de ovarios, son signos que hacen pensar que el cáncer de mama tienen algo que ver con la herencia. Con o si ella y por regla general, se sabe que treinta de cada cien mujeres van a desarrollar a lo largo de su vida un tumor de mama, el más prevalente entre la población femenina.

Desde la apertura de la consulta, la oncóloga médica Begoña Graña que lidera este nuevo espacio dentro de la Unidad de Mama del Hospital Abente y Lago -pertenece al Chuac-, ha atendido unas 130 pacientes. Es un espacio que, por supuesto, conoce el director del hospital ceense Virxe da Xunqueira, Ramón Ares, asimismo director médico del Chuac, que incide en que el área de referencia de este va más allá de A Coruña y que, por tanto, también las pacientes de la Costa da Morte tienen en esta consulta un servicio de referencia. Los facultativos ceenses también están en condiciones de orientar casos a abordar en él.

«Se creó pensando en las mujeres y las familias que, por antecedentes, tienen mayor riesgo de padecer cáncer», explica Graña. «Sabemos que hasta un 10 % de los cánceres son hereditarios y hasta un 20-25 % presentan agregación familiar», añade. Asegura que en estos meses de trabajo ha visto pasar por su consulta a grupos de mujeres: «Es común que vengan madre e hija, porque muchas veces esa persona no ha tenido la enfermedad, pero sí su hermana con 30 años y vienen para descartar», dice la oncóloga.

«Cuanto más familiares próximos hayan pasado por un cáncer, mayor es el riesgo de que también lo padezcan porque se comparten más genes», dice Begoña Graña.

Historial familiar y estudio

En la consulta abierta en enero se hace un historial familiar y se decide si es necesario hacer un estudio genético. La unidad de mama del Chuac, coordinada por el doctor Joaquín Mosquera en el Abente y Lago, trata cada año una media de 425 nuevos casos, de los que unos cuarenta necesitan estudios genéticos específicos. Los especialistas encargados de ellos disponen de modelos matemáticos que, en función de los datos que desvelen los estudios, permiten calcular la probabilidad de desarrollar cáncer a lo largo de la vida. «Todavía hay genes que no sabemos si están implicados o no en el cáncer, pero sí conocemos algunos», explica la oncóloga, que inciden en la importancia del trabajo conjunto de los facultativos relacionados con esta patología. Por el momento, la derivación a la consulta de alto riesgo de cáncer de mama se realiza a través de los especialistas relacionados con esta enfermedad, si bien la idea de futuro es abrirlo a los demás y a los médicos de atención primaria.

En el hospital Virxe da Xunqueira comenzó a funcionar en julio del 2010 una unidad de detección de cáncer de mama y en sus primeros cinco meses había atendido a 3.274 mujeres. La entonces conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, alabó el alto porcentaje de participación en el programa de detección, que llegaba casi al 87 %, cuando en los indicadores internacionales ya era bueno alcanzar el 75 %. Cabe recordar, asimismo, lo mucho que ha bajado la lista de espera para una mamografía en el centro hospitalario ceense: desde los casi 21 días del 2013 a los 4,8 actuales.