Los mayores de Zas disfrutaron de su gran celebración

Á. Palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Ochocientas personas participaron en la fiesta que tuvo lugar en el pabellón

04 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No fueron los 900 del año pasado, pero sí se volvió a superar la cifra de ocho centenares de participantes en la Festa dos Maiores de Zas, demostrando así el gran poder de convocatoria que tiene la celebración -una de las más veteranas de la Costa da Morte- en este municipio de apenas 5.000 habitantes.

De hecho, aunque la apertura de puertas del pabellón estaba prevista para las doce y media, a las once de la mañana eran muchos los vecinos que hacían ya cola en la entrada del recinto a pesar de saber que no habría problemas de espacio. Tal vez algunos recordaban pasadas ediciones en las que solo disponían de sillas los 200 primeros y el resto tenía que conformarse con sentarse en unos bancos no tan cómodos.

La animación y el bullicio fue aumentando a medida que se acercaba el momento central de la jornada. Pero antes de degustar el menú de la pizzería local Tívoli, preparado y servido por un pequeño ejército de cerca de 40 personas -entre cocineros, camareros y pulpeiros-, los comensales pudieron disfrutar de un entretenido aperitivo artístico. Los grupos de baile y música tradicional de las asociaciones Adro, A Fonte de Fornelos y Castro Meda se fueron sucediendo sobre el escenario desde el que, una vez concluida la comida, la orquesta Ciudad Cristal, invitó a los presentes a bailar.

Premios y bienvenida

Pasadas las dos de la tarde y cuando algunos de los presentes comenzaba ya a impacientarse tras haber dado buena cuenta del pan, llegó el momento del habitual homenaje a los más veteranos de la fiesta. Este año, los obsequiados fueron Manuel Vilariño Amado, de 92 años y vecinos del lugar de Saconde, y Carmen Romar Rojo, de 90 años y vecina de Fornelos, que recibieron sendas piezas de porcelana de manos de la concejala Dolores Martínez Caamaño y del alcalde, Manuel Muíño. «Espero botar algún baile despois de comer», contó el primero, sonriente, de regreso a la mesa, aunque no pudo hacerlo con su compañera de premio porque, según explicó esta, también con humor y tras presumir de que en agosto cumplirá los 91, «eu nunca fun de bailar».

Acto seguido, el regidor dirigió unas breves palabras de bienvenida a los presentes. «Espero que vos guste a comida e a festa e poder vervos a todos o ano que vén», dijo, despertando los aplausos de los presentes, que volvieron a hacer sonar sus palmas unos minutos después para saludar la aparición de los primeros platos de empanada. Pulpo, carne asada, helado y café completaron el menú de una animada celebración en la que todos los presentes recibieron también un pequeño obsequio por parte del Concello. El año pasado había sido un chaleco reflectante y en esta ocasión fue un tarjetero.