«En la Costa da Morte tenemos la conservera perfecta para visitar»

Patricia Blanco
Patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ángel Manso

La comarca es uno de los destinos de la iniciativa de turismo industrial

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Aunque su apellido puede hacer pensar que es de la Costa da Morte, José Antonio Marcote Iglesias nació en Baiona (1962). Vive en Ferrol hace unos 20 años, aunque nuestra comarca no le es desconocida. Máxime porque la recorre con frecuencia y porque él, desde la empresa Occidente, es el responsable del estudio de las posibilidades y de la promoción de la Ruta Conserveira, una iniciativa promovida por la Diputación de A Coruña y basada en el turismo industrial por algunas de las principales conserveras de la provincia [http://larutaconservera.es/]. Son cuatro los geodestinos que se ofrecen: uno de ellos, la Costa da Morte.

-¿Qué potencialidades han visto aquí para integrar esa ruta?

-El geodestino de la Costa da Morte es el que ocupa una zona más amplia. No es la que tiene más elementos relacionados con el mundo de la conserva, aunque los tiene, pero lo que intentamos fue diseñar una ruta de interés, apoyándonos más en este caso en recursos paisajísticos. Existen suficientes atractivos. Incluiremos en esta ruta, quizás por proximidad, las visitas que se hagan a Portomuíños, en Cerceda. Es decir, hay un tronco central en los recorridos, que es la visita a la conservera en cuestión y, luego, alrededor de ello, otros elementos. Aquí el punto fuerte es Cerdeimar, en Camariñas, y lo que hacemos es añadir después las visitas a cabo Vilán, el Cemiterio dos Ingleses, Muxía, Cee, Corcubión, Fisterra, Carnota... En ninguna zona se visitan todas las conserveras, porque no todas tienen el mismo espacio para esta «invasión» o están más automatizadas, pero sí explicamos lo que existe y mantenemos la relación con ellas igualmente [ejemplo, aquí, es Calvo].

-Cerdeimar prevé un museo.

-El paso de Andrés Cerdeiras ya es definitivo: no solo integrarse en este proyecto, sino ir más allá, y un museo sería ideal. Porque no solo se vende el producto, sino la forma de trabajar, la tradición de la empresa, y una como esta, con 130 años, tiene mucho que contar. Es el ejemplo que ponemos siempre de la importancia económica y social que tiene una empresa de este tipo para su comarca, donde varias generaciones han trabajado una tras otra allí.

-Es decir, que en su recorrido van más allá de la producción.

-Claro. También es la historia de las personas, y de la calidad de los productos. Aquí la conserva se ve a veces como algo de última hora, pero la calidad de esta industria en Galicia es espectacular. Y el turismo industrial no solo es parte lúdica, también influye para la industria: se llevan a las personas al lugar de producción, ven lo que se hace y lo bueno que hay. Incluso a veces es desconocido en su propia comarca. En la Costa da Morte está la conservera perfecta para visitar, pero además es una zona con una belleza casi inigualable, tiene algo especial y espacios vírgenes.

-¿Qué balance hace del turismo industrial, teniendo en cuenta que su empresa también ha diseñado la ruta de la construcción naval?

-Fue nuestro primer paso, y en dos años está funcionando mejor que bien. En el caso de la Ruta Conserveira estamos empezando, pero el tiempo juega a nuestro favor: el producto es muy atractivo, con empresas centenarias y otras innovadoras y, sobre todo, es un producto perfecto para grupos. Los paquetes se hacen siempre a medida. Ahora estamos en la fase de promoción, pero ya están llamando personas y grupos para interesarse. De cara al verano empezaremos y creo que nadie se irá descontento.

josé antonio marcote responsable del estudio y promoción de la ruta conserveira