Ana González Chouciño, pontecesana de padre y madre, residente en Edimburgo-Escocia desde el 2010 por las cosas de la emigración (y ahora, además, por el amor y la maternidad), sigue adelante, pasito a pasito, con su trabajo de comisaria de arte. Tras lavar platos y ser guía de viajes en una empresa fundada por gallego, desde hace unos meses comienza a desarrollar el trabajo para que el se formó: es licenciada en Historia del Arte, trabajó mucho tiempo en el CGAC de Santiago, y en su nuevo destino ha realizado un máster de especialización en la Universidad de Edimburgo.
Ana acaba de poner en marcha una segunda exposición, denominada The Oracle. Puede verse en la galería Interview Room 11. Con artistas gallegos, además, que se han escogido como una especie de cadena humana. Y en breve organizará otra, con Manuel Cervera, que hablará de desarraigos, aeropuertos y trenes.