Por primera vez desde que la Costa da Morte tiene un estand propio (año 2000, aunque el año pasado no lo tuvo), antes solo con Neria y este año junto a los concellos de Camariñas, Dumbría, Fisterra, Mazaricos, Muxía y Zas, un presidente de la Xunta no visita este espacio. Lo hacía Manuel Fraga regularmente, también Emilio Pérez Touriño, y el propio Alberto Núñez Feijoo hace dos años, aunque ya entonces acudió con la invitación expresa (e insistente) de destacados pesos pesados del PP comarcal. Al llegar, dejó caer que prefería que Galicia tuviese una representación única.
Ya sea por un motivo o por otro, el caso es que ayer ignoró el estand. Y eso, a pesar de tres circunstancias curiosas. Una, que el miércoles sí había visitado el de Muros (Carnota colabora en esta presencia, también por libre). Otra, que el alcalde de Camariñas, Manuel Valeriano Alonso, se acercó expresamente a él para pedirle que se acercase un momento, y además de su presencia institucional, ver el trabajo de las dos palilleiras. Feijoo le contestó que la Costa da Morte ya estaba en Turgalicia. Y la tercera, que a irse del estand de Galicia, Feijoo se dirigió al de Ceuta, que está a 20 metros justos, sin nada en medio, del de la Costa da Morte. Al verle en esa dirección, algunos pensaron que sí iba hacia el primero. Pero no. En la comitiva estaban los alcaldes de A Laracha, José Manuel López Varela; Malpica, Eduardo Parga; y Cee, Zaira Rodríguez, además de un edil de Cabana.
«Foi un mal detalle»
Al alcalde de Camariñas no le gustó esa actitud. «Foi un mal detalle por parte do presidente, porque considero que é presidente de todos os galegos», explicó. Cree que con actitudes así fomenta la división y despreciando a una serie de concellos e instituciones que acuden a Madrid a trabajar por el turismo, «do que viven moitas familias». Pequeño Castro, el regidor de Dumbría, fue algo más irónico con respecto a lo sucedido: «Como foi ata Ceuta, a ver se pensou que isto é Melilla e estaban as famosas cuchillas do muro». Cree que «o PP non ten ganas de que vaian os turistas á Costa da Morte, será porque non hai nada feito do que prometeron».
Manuel Valeriano Alonso cree que con actitudes así se fomenta la división