Es la mayor de la Costa da Morte y, sobre todo, es la mayor de Galicia. Avelina Mouzo Leis, una vecina de A Ponte do Porto, cumple hoy 109 años. Lo hará con normalidad, discretamente, sin fiestas ni celebraciones ni ruidos ajenos a los de la normalidad, para mantener una rutina que, por lo que se ve, le da vida.
Avelina lleva ya mucho tiempo siendo inquilina de estas páginas, y ojalá lo siga siendo por mucho tiempo, aunque las leyes de la naturaleza son las que son. Forma parte de ese selecto grupo de supercentenarios (los que superan los 105) que han llegado a límites a los que pocos llegan. Hace año y medio, en la zona había cinco personas entre las once más longevas de toda Galicia. Hoy solo queda esta porteña de salud de hierro. Y deberá esperar algo más de un año para batir el récord de María Marcote Boullosa, la fisterrana que se fue en el 2011 con los 110 recién cumplidos, y entre las tres más ancianas de toda España. Avelina lleva ese camino, y en el ránking nacional, que coronan varias mujeres con 112, se encuentra en el puesto 14º. No está nada mal.
Tampoco ella lo está, a pesar del enorme manto de tiempo que la cubre. Contaba ayer su nieta que mantiene la viveza que la caracteriza, desde que se levanta, sobre las 9.30 horas, hasta que se va a la cama, sobre las 23.00. Creo que en alguna ocasión ya hemos comentado que su horario es más estricto que el de algunos adolescentes. Su independencia es muy elevada: baja las escaleras, habla, come, conoce, a veces repite las cosas varias veces (otros mucho más jóvenes también lo hacen y nadie les dice nada), el oído le falla un poco, quiere fregar su taza después de usarla, toma la escoba para barrer... Una maravilla. Y un orgulloso ejemplo más de la fortaleza y la longevidad que caracterizan a esta parte de la Costa da Morte.