La sala Santa María de Emmenbrücke, en las afueras de Lucerna, fue el foro elegido para un festival solidario celebrado el sábado por la tarde en la hermosa ciudad suiza. Organizado por el emigrante vimiancés (de Bamiro) Alejandro Blanco, tenía como finalidad recaudar fondos para las familia necesitadas de Coristanco. Lo obtenido se dedicará a alimentos que se repartirán entre las que indiquen los servicios sociales del Concello, en un acto que se celebrará el próximo día 24 en las oficinas municipales.
Un gran gesto que, sin embargo, no tuvo la acogida esperada. Blanco se mostraba ayer un poco desilusionado. Todo hacía prever que se abarrotaría el local, por el motivo, por la difusión en los centros suizos y por las numerosas colaboraciones. Incluso por el sorteo de rifas, unas 1.500. Pero, finalmente, fueron algo más de 60 los asistentes que, eso sí, disfrutaron de la gastronomía (callos y tortilla, sobre todo) y de actuaciones que corrieron a cargo de los grupos de baile, música y teatro del centro Rosalía de Castro de Berna, a los que Blanco está extremadamente agradecido por la colaboración y ayuda prestada. Por su trabajo y por el desplazamiento realizado, en el que también participaron otras personas. De hecho casi había más asistentes de la capital del país que de Lucerna, por lo que el organizador ya se plantea cambiar de lugar en la cita del año que viene, porque está seguro de que este tipo de festivales solidarios seguirán adelante. «Houbo moita xente que dixo que viña, pero finalmente non o fixo», se lamentaba ayer. También colaboró el centro gallego de Lucerna y una entidad local que agrupa a pensionistas emigrantes, además de la empresa Covin.
Sobra decir que muchos de los participantes en la actividad son originarios de la Costa da Morte.