La celebración de una gran familia

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Agentes, autoridades y ediles de Camariñas, con José Manuel Pato (tercero derecha).
Agentes, autoridades y ediles de Camariñas, con José Manuel Pato (tercero derecha). DIEGO ALONSO FREIRE< / span>

13 oct 2013 . Actualizado a las 07:10 h.

Los miembros de la Guardia Civil son una familia histórica, grande y longeva. En general, y también en el particular caso de los cuarteles en los que hacen vida común. En días de fiesta como el de ayer, lo mismo: celebración unitaria. En siete de los nueve cuarteles de la zona (Laxe y Vimianzo no tuvieron actos) exteriorizaron (más unos que otras) esa máxima de la unidad.

Pero más familia que la de los compañeros es la de los lazos de sangre que, durante generaciones, han ido creciendo en los cuarteles. Los casos de hijos que siguen los pasos de sus padres no son nada infrecuentes. Tampoco en la comarca. Ayer se vieron algunos ejemplos.

En Carballo estaba Ramón Calvete Gómez, de 56 años, jubilado en enero, y su hijo Daniel Calvete Oliveira, de 33, llegado en mayo del 2011, así que coincidieron unos cuantos meses.

Ramón nació en Buño y, como todos en este Cuerpo, pasó por muchos destinos, hasta que llegó a Carballo en 1990. También Daniel ha recorrido varios lugares, como atestiguan sus medallas: dos al mérito y una por un destino en Kosovo, entre otras.

En Malpica, Jesús Varela Castro (59, nacido en Cambre) estaba acompañado de Luz María (31), destinada en Palencia, y Álvaro (35), policía nacional. Jesús pasó por puestos como Muxía o A Laracha (15 años) antes de Malpica. Cuenta el padre que a sus hijos siempre les gustó el oficio y lo tuvieron claro.

Muy cerca, en Ponteceso, estaban Andrés Amado Soutullo, de 60 años, con dos décadas ya en este puesto, y su su hija Eva María Amado Fondo, de 27, destinada en Camariñas desde hace tres años (antes pasó por Madrid y Murcia), pero el día de la patrona lo celebra en casa. Como a los demás, la Guardia Civil siempre le gustó.

En el puesto de Corcubión, en Tráfico, trabajan también un padre y su hijo.