Ya son alrededor de 170 y siguen sumando. La Gran Orden Gastronómica de la Costa da Morte, que preside José Manuel Pato, sigue creciendo. Y es lógico, porque a nadie se le escapa que restaurantes y productos como los de la comarca no los hay en ningún lado. Lo comprobó el pasado fin de semana el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, que se unió a la entidad tras disfrutar de una cena en el Áncora Taberna de Laxe, y el pasado miércoles por la noche hicieron lo propio el regidor de A Coruña, Carlos Negreira, y el teniente de alcalde de la localidad, Julio Flores. Ambos asistieron y disfrutaron de la magnífica cena que la Gran Orden celebró en el restaurante Casa Antonio, en Malpica, localidad a la que Negreira se confiesa adicto. Por si esa fuese una razón de poco peso para disfrutar de la Costa da Morte, ahora tiene otra más, ya que como socio de la Gran Orden se comprometió a participar en más cenas y no es para menos teniendo en cuenta el sabroso menú del miércoles: salpicón, lubrigante, rodaballo... Un lujo del que también disfrutó el alcalde de Malpica, Eduardo Parga, nuevo miembro de la Orden. Pero ojo, no vayan a pensar que la tendencia política de la entidad se inclina hacia el PP porque, como se encarga de recordar José Manuel Pato, la Gran Orden es «apolítica». De ahí que de los manjares de Casa Antonio también disfrutasen, entre el medio centenar de participantes, el edil pontecesán José Santos (PSOE), los concejales de Laxe José Manuel Pose (BNG) y Ambrosio Oróns (PP), entre otros. Pero no fue día de hablar de política, sino de «localíboros» y de la magnífica gastronomía de la Costa da Morte.