Las bodas caen con la crisis, pero perdura el amor

CARBALLO

Evencio Ferrero casó ayer en el Concello a Eduardo Lodeiro y Victoria Rodríguez.
Evencio Ferrero casó ayer en el Concello a Eduardo Lodeiro y Victoria Rodríguez. lucía caramelo< / span>

14 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

De vez en cuando esta página se llena de amor y adquiere tintes de revista del corazón. Hoy es uno de esos días, porque, seguro que a más de uno le pasa, nos encantan las bodas. Todas. Las más formales y emperifolladas, y las más espontáneas y sencillas, como la que ayer protagonizaron, en el salón de plenos de Carballo, Eduardo Lodeiro Ramos y Victoria Rodríguez Feijeiro. Vestidos como cualquier otro día, y acompañados por unos cuantos amigos, acudieron al Ayuntamiento para darse el sí quiero. Y frente a ellos, el alcalde, Evencio Ferrero Rodríguez, que está hecho todo un casamentero. Se le dan bien las bodas al regidor carballés, que siempre tiene el buen gusto de agasajar a los novios con algún poema. En esta ocasión tocó Mario Benedetti, que en temas de amor no sé si estará satisfecho o no, pero escribe de él que es una maravilla. La de ayer, contaba el alcalde, fue su boda número 23 de este año, y hoy mismo hará la 24. Después, dice, no habrá muchas más, porque ya se ha acabado la temporada alta (el verano es muy propicio para los bodorrios), y con esto de la crisis ni el amor resiste. Dicen que no tiene edad, ni color, ni sexo, que el amor es simplemente una cuestión de sentimientos, pero lo cierto es que el tema económico pesa mucho y cada vez son menos los que se animan a pasar por el altar, por el juzgado o por el Concello. De hecho, los casamientos por lo civil en el salón de plenos han caído en picado en los últimos tiempos y lejos quedan aquellos años de más de 50 bodas. Al final va a ser cierto eso de que la crisis acaba con todo. Incluso con el amor.