El nuevo arte del faro de Vilán bebe de fuentes orientales

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Inaugurada la muestra «Diálogo co vento», de la artista Yano Yoro

08 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No es mal título Diálogo co vento para una exposición en la sala de exposiciones del faro de Cabo Vilán, en Camariñas. Es un lugar batido por las tempestades, artístico en sí mismo, sobre todo con la luz del atardecer sobre su piedra que tira al rosa, en el occidente europeo. Ese título ha sido el elegido por Susana Llorente, afincada en Muxía, artísticamente Yano Yoro, para bautizar una muy interesante colección de pinturas realizadas con tinta china sobre papel de arroz inspirada en la técnica sumi-e, desarrollada en China hace unos dieciséis siglos y traspasada más tarde al vecino Japón. Orientalismo puro, de una belleza sencilla, elegante y evocadora.

La muestra fue inaugurada ayer dentro de la programación cultural que la asociación de empresarios (la técnica Sabela Fernández fue la presentadora del acto) ha programado para dar vida a sus instalaciones, y fue todo un acontecimiento social, con un público muy nutrido en el que destacaban los llegados del otro lado de la ría, en Muxía. Entre ellos, el profesor y crítico Antón Castro, que fue el encargado de realizar la presentación de las obras, con un discurso ameno y didáctico, acaso extremadamente culto por momentos. Describió las pinturas, las influencias de la artista, especialmente las chinas, a la que definió como una de las grandes muñequistas españolas. Le técnica empleada, dijo, es «radiográfica», ya no permite volver atrás cuando se ha dado el trazo, y transcribe los paisajes como un «estado da alma. O que queda -añadió- é a pintura, unha paisaxe, unha maneira de interpretar a natureza». Castro señaló que Llorente refleja «a transformación do tempo: ceos, mares, rochas, tormentas, o tránsito da luz», la idea de levedad que tan bien explicó Italo Calvino.

La artista se deshizo en agradecimientos, además de felicitar a la asociación de empresarios por sus iniciativas y destacar el trabajo tan importante que llevan a cabo, pese a la falta de ayudas, y aseguró que estar en Vilán «es un regalo». Recordó la «experiencia profunda y mística» de su primer viaje a Galicia, en 1997. Vendría otro a San Martiño de Ozón, y otro a Muxía, de donde ya no se fue, porque se enamoró del lugar y de un «marinero-poeta que me robó el corazón -dijo-, con quien sigo mi camino».

En cuanto a su trabajo, señaló que se trata de un tránsito, ya que hasta ahora había estado más centrada en la escultura.