La concejala «roja» destapa los olores de su Xunqueira infantil

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

La exconcejala, durante el pregón que abrió ayer las Festas da Xunqueira de Cee.
La exconcejala, durante el pregón que abrió ayer las Festas da Xunqueira de Cee. Marcos rodríguez< / span>

Josita Lema emocionó con un pregón lleno de referencias personales

14 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La ceense Josita Lema Sanjurjo, primera concejala de la democracia en la zona, pronunció ayer un pregón de las Festas da Xunqueira lleno de agradecimientos, sin sectarismos políticos, aunque con algunas referencias simpáticas a su condición de «roja» y repleto de referencias personales que le sirvieron para describir como era la fiesta en su infancia y glosar la transformación de la localidad en todos estos años.

El discurso de la que fue edil socialista durante 12 años tuvo palabras especiales para el teniente de alcalde, Daniel Oca, y la concejala de Cultura, Pepa Fandiño, por ser los artífices «dunha das maiores sorpresas e máis inesperadas» de su vida, pero también para la funcionaria Concha Outes, que le ayudó a recordar los años en el Concello, y para su sobrina, la periodista Sara Ares, que contribuyó a poner por escrito tantos pensamientos.

Respecto a su implicación política, parafraseó a Clara Campoamor para recordar que «a política debe ser cousa de dous, porque só hai unha cousa que fai un sexo só: parir». Incidió en la abnegación con la ejercían los ediles de su época y le lanzó una pequeña puya a Rajoy, haciéndose eco del ya célebre «fin de la cita», pronunciado por el presidente en el Senado.

Sin embargo, el relato que más emociones arrancó entre los tres centenares de espectadores fue el de la evolución de la localidad, porque «Cee era a praza e a Rúa de Arriba, o resto era mar», como recordó, y las vivencias de su infancia y juventud con respecto a la fiesta.

Rememoró la ilusión con la que ella, sus hermanas y después sus hijos esperaban por la Xunqueira para estrenar ropa y disfrutar de los dulces, pero también como el hecho de que viviesen al lado de la fiesta posibilitó que su padre -quien, al igual que su marido, siempre la apoyó en política- bajase en zapatillas un día que se pasaron de la hora marcada.