Miles de personas disfrutaron de la famosa fiesta gastronómica
14 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los cormeláns descubrieron hace ya algunos años dos formas muy diferentes de vivir su archifamosa Festa do Percebe do Roncudo. Dos maneras bien diferenciadas incluso en su ubicación. La más moderna y la preferida de los más jóvenes: en las calles de la localidad, a las puertas de los bares, luciendo llamativas y divertidas camisetas y disfrutando de un ambiente único en el que poco importa que se prueben o no los percebes, sustituidos en la mayoría de los casos, por botellines de cerveza.
Y la clásica, para mayores y familias (sobre todo), en la explanada del puerto, donde ayer, como cada año desde 1992, el marisco rey -o el «presidente da República dos mariscos», como dijo ayer la pregonera, Diana Varela, haciendo un guiño a los menos monárquicos-, fue el protagonista indiscutible y un placer para el paladar de aquellos que sortearon la crisis y pagaron 17 euros por cada una de las raciones. Casi 2.300 platos (más de 750 kilos) del famoso crustáceo cirrípedo, que este año, como presumía con razón la patrona mayor, María del Carmen Suárez Baneira, fueron de una calidad excelente. Gordos y hermosos, sabrosos, apreciados como trufa de agua. «Pedras preciosas froito do animal líquido e azul: o mar de Corme, touro poderoso e belo que corre pola ría das nosas veas», como poéticamente los definió la abogada y escritora Diana Varela, que también disfrutó ayer de los percebes. Acompañada, entre muchos otros, por el alcalde de Ponteceso, José Luis Fondo Aguiar; la delegada territorial de la Xunta, Belén do Campo; el presidente de Portos, Juan José Durán; el presidente de la Diputación, Diego Calvo, y el presidente provincial del PP, Carlos Negreira. Todos ellos tuvieron la suerte de deleitarse con el sabor intenso y concentrado de auténticas joyas.