El presidente de honor del Grupo Calvo dio una lección de buena economía al recoger el máximo galardón de la CEC
29 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.De porte imponente y gesto serio, el presidente de honor del Grupo Calvo, José Luis Calvo Pumpido, es poco dado a extenderse en sus discursos, en los que no puede evitar emocionarse, tal y como demostró hace unas semanas cuando el Padroado Fogar de Bergantiños lo nombró presidente de honor de la entidad. José Luis, Chicho, como le conocen todos los carballeses, es, un hombre cercano, persona de hechos, de sentencias cargadas de sentido común, algo que volvió a demostrar el jueves tras recoger de manos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, el Premio Liderazgo Empresarial, un galardón creado hace siete años por la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) para reconocer la trayectoria de los valientes emprendedores que contribuyen al desarrollo de Galicia.
Emocionado y agradecido recogió el premio, escoltado por el presidente de la Xunta y por el máximo responsable de la CEC, Antonio Fontenla, quien destacó «el ingente y fructífero trabajo que ha desarrollado José Luis Calvo en su empresa, pero también en su tierra». Una compañía en la que, cuando Chicho entró a trabajar, en 1953, la plantilla apenas superaba los 40 trabajadores. Hoy, en cambio, recordó Fontenla, el Grupo Calvo da empleo a más de 4.500 personas en todo el mundo y factura cerca de 650 millones de euros al año. Un crecimiento brutal en la que José Luis Calvo, ha tenido mucho que ver al apostar por la innovación e internacionalización. «Gracias a ello aquella empresa familiar, localizada en una zona excéntrica, se ha convertido en uno de los líderes globales en el sector de la alimentación», dijo el presidente de la CEC.
Calvo Pumpido, por su parte, recordó algunos de los hitos de la compañía, como la llegada a Carballo de la primera máquina de empacar atún, o las latas redondas o los famosos packs de tres unidades tan comunes hoy en todos los hogares, o la famosa campaña de publicidad que con tanto éxito ideó su hermano Manuel. José Luis que no se olvidó de los suyos, de los que habló con cariño y admiración y con sencillez ofreció la clave del Grupo Calvo. «Las claves del éxito están representadas en los valores que me enseñó mi padre: vocación, sentido común, austeridad y constancia», dijo recordando al fundador de la compañía Luis Calvo Sanz y ofreciendo, una vez más una clara muestra de que pocas palabras son suficientes para decir mucho.