Puede que todo sea debido a que no agrupamos a los niños ni por raza, ni por color, ni por religión ni por estatus social. Aquí conviven pobres con ricos, europeos con americanos, asiáticos y africanos. Niños sin dificultades, con pequeñas dificultades y muy dependientes.
Jamás en este colegio ningún niño ha mirado mal y menos ha dicho nada malo a ningún compañero con problemas: al contrario, se vuelcan en ayudarlo.