Los empresarios del sector consideran que el Concello no es competente para «prohibir o que xa está prohibido»
21 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Concello de Muxía seguirá adelante con su reglamento para combatir los daños que producen las labores de los maderistas en las vías públicas, después de que la corporación rechazase en el último pleno las alegaciones presentadas por Confemadera, la entidad que agrupa a las empresas del sector, que entiende que el Ayuntamiento no es competente para «prohibir o que xa está prohibido».
La sectorial se basa en que sus asociados utilizan vehículos y maquinaria autorizada, como pueden hacerlo, por ejemplo, ganaderos y agricultores, con lo que no cabe establecer diferenciaciones que les afecten solo a ellos, porque se estaría incurriendo en una discriminación contraria a derecho. Además, asegura que su actividad es «propia da xestión agroforestal», por lo que no supone «unha ocupación exepcional da vía pública nin un uso privativo da mesma, senón que é o uso principal para o que foron deseñadas», con lo que denuncia que el Concello lo que pretende hacer con esta normativa es responsabilizar a los maderistas «do mantemento que corrixa o degaste natural derivado do uso normal das infraestructuras», cuando eso es algo que no le compete.
Sin embargo, los ediles, en base a un informe de Secretaría, decidieron rechazar estas alegaciones. Solo votó en contra el concejal del BNG, Faustino Gándara, porque entiende que la medida solo servirá para que las empresas carguen estos gastos sobre las particulares, cuando son las aseguradoras quienes deberían asumirlo.
Este asunto, que todavía no está cerrado porque Confemadera puede recurrir a los tribunales, no afecta únicamente a Muxía. Otros concellos como el de Carballo, donde existe una normativa específica, también denunciaron daños recientemente. Ocurre algo similar en prácticamente todos los municipios de la zona, especialmente en los que tienen grandes masas forestales, y, de hecho, el teniente de alcalde de Cee acaba de señalar que afectan incluso al Camiño Xacobeo.