«Es emocionante volver a Carballo»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

El titular de la diócesis aragonesa ha participado en los actos de la Semana da Familia

05 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Carlos Manuel Escribano, de 48 años, dejó Carballo con 9 meses y ahora ha vuelto para participar en la Semana da Familia. El obispo de Teruel y Albarracín se lleva de su pueblo natal más recuerdos de los que trajo con él. Incluso de antes de su nacimiento. Carballeses que trataron a su familia lo visitaron para enviar recuerdos a su padre, que era químico y trabajó varios años una mina de Mins.

-¿Qué le ha parecido Carballo?

-A pesar de que me han dicho que hay bastante necesidad, da la sensación de ser un pueblo muy próspero, hay una actividad que es una maravilla y parece una localidad encantadora. Además he tenido la oportunidad de pasear y de intentar reconocer lugares de los que me hablaba mi familia, porque ha cambiado mucho. Sin embargo, ellos siempre me decían que lo mejor de esta tierra es la gente y he podido constatarlo. Esta mañana [por ayer] hemos ido a la playa de Malpica, de la que me contaron muchas cosas. Los paisajes son impresionantes.

-¿Ha sentido algo al volver?

-La verdad es que sí. Es emocionante volver a Carballo. Lo he sentido desde la perspectiva de la fe al poder renovar las promesas del bautismo en el Año de la Fe y en la misma pila, porque aunque fue en la iglesia antigua, la recuperaron y la trajeron aquí. Además me ha encantado estar en los lugares que mis padres vivieron, aunque fuera casi un siglo después. Se siente una emoción especial.

-Habrá tenido poco tiempo para eso porque no ha parado.

-Han sido muchos actos de todo tipo, pero estoy encantado. La sensación que tengo es que esta es una comunidad con mucha actividad. Es admirable como la gente colabora. Yo he pasado toda mi vida de sacerdote, que han sido 15 años, en parroquias también con mucha vida, por lo que me identifico con la de Carballo. Es un pueblo grande, con muchos niños, muchos jóvenes, centros sociales, colaboradores...

-¿Todo depende del párroco?

-Anima y es muy importante, pero también tiene que mucho que ver la capacidad de respuesta de la gente. Aquí se ve que se compromete. Para evangelizar tan importante como el párroco es la gente de la comunidad.

-¿Cómo debe ser la labor de la Iglesia en zonas rurales?

-En Teruel hay una gran despoblación, igual que en zonas de Galicia y un alto nivel de envejecimiento. La labor del párroco ha de ser de acompañamiento y de presencia, porque en esos pueblos tienen gran importancia las fiestas patronales. Hay que cuidar de los enfermos porque en muchos casos los hijos ya no están. Es preciso realizar una atención pastoral diferente.

-Es una actividad en extinción.

-Hay que reestructurar la atención pastoral en algunos lugares para adaptarla a la realidad y la Iglesia siempre ha demostrado su capacidad para hacerlo. Hay menos vocaciones, pero los cristianos contamos con la gracia del Espíritu Santo para que nos vaya indicando los caminos que debemos utilizar para encontrar un nuevo modo de anunciar el Evangelio.

-¿Cómo se le puede ayudar desde aquí?

-Es uno de los grandes retos, pero la Iglesia siempre ha logrado hablar el lenguaje de los hombres a los que evangeliza. Pasó con el descubrimiento de América. Ahora el problema para llegar al corazón del hombre no es el idioma. A veces nos pilla con el paso cambiado cuando lo intentamos. Lo que llama la atención ha ido cambiando, pero las grandes preguntas siempre surgen en el corazón de las personas y la respuesta es la búsqueda de la felicidad. Hay que darles lo que necesitan para poder vivir en plenitud.

-Parece difícil tal como está el panorama.

-Yo soy optimista, me gustan los retos cuando son apasionantes. En estos momentos el amor creativo sirve para abrir otras vías y a partir de ahí, surge la esperanza.

-¿Cuando falla lo material gana terreno lo espiritual?

-No es deseable la crisis, ni siquiera si ello supone un reforzamiento de la fe, pero es verdad que pone en evidencia que hay cosas importantes y otras que no lo son tanto. Sin embargo, a veces ese proceso conlleva dolor y sufrimiento.

-¿Tiene la sensación de haber renunciado a algo por su fe?

-Cuando se hace una elección se renuncia a algo. Cuando vamos por un camino abandonamos los otros, pero esa condición nos lleva a la libertad. El que opta por esta vida descubre una senda que le hace feliz porque siente que Dios le está llamado.

carlos manuel Escribano subías obispo de teruel y albarracín