El arte de la Costa da Morte viaja a Francia y a Madrid

redac.carballo@lavoz.esHarry Dorial

CARBALLO

27 abr 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Hablábamos ayer de los emprendedores de la Costa da Morte, y hoy le toca a los artistas. Tenemos para varios capítulos por sectores, aunque para los emigrantes precisaríamos una serie especial. (Lamentablemente, hay que decirlo, cuantos menos emigrantes, mejor).

Artistas que acuden lejos para exponer sus creaciones tenemos muchos. Que lo han hecho y que lo harán, pero ahora toca hablar de dos. Primero, de fotografía, y después, de pintura.

Empezamos por Juan Louro Cambeiro, de O Ézaro, al que muchos siguen desde hace años a través de su blog (http://ezaroenfotos.blogspot.com.es) con imágenes de su localidad y de otras cercanas de la Costa da Morte. Ocurre que, al igual que la cascada de su pueblo, ha dado el gran salto. Una selección de 22 imágenes suyas, bajo el título de Ao Cabo, se exponen estos días y hasta el 5 de mayo en Millau, departamento de Aveyron, en la región de Midi-Pyrénées. Este pequeño pueblo es conocido sobre todo por su puente, obra de Norman Foster, inaugurado en diciembre del 2004. Fue una obra de ingeniería colosal con más de tres años de trabajo, 400 millones de euros, y como resultado una altura máxima de 343 metros sobre el río Tarn, y una longitud de 2.460 metros entre Causse du Larzac y Causse Rouge, con siete pilares de hormigón, y una anchura de 32 metros. Una colosal obra de ingeniería que, además de la lógica función, ha situado a esta zona en el mapa. Si alguien quiere ir (no queda lejos de las rutas de los emigrantes de la Costa da Morte hacia Suiza), que aproveche para conocer Albi, no muy lejos, y la historia terrible de los albigenses. Es una recomendación.

Louro muestra en sus fotos, todas en papel de hormigón de un metro x 70 centímetros, el declive de la prensa artesanal de la zona, como ha titulado la prensa local al hacerse eco de su obra, por cierto muy elogiada. No es la primera vez que expone. Ya antes presentó la colección en el Museo Municipal de Ourense. Lo llamaron al ver sus fotos en su blog, y ahí empezó todo. Gracias a un proyecto europeo, después expuso en el Palacio de Don Manuel de Évora (Portugal), una ciudad pequeña y abrumadora. Probablemente vuelva a Francia, y O Ézaro y Fisterra serán paradas seguras, puede que ya este verano.

Toca pintura. Otro que ya ha expuesto mucho es el alemán Detlef Kappeler. Pintor, arquitecto, profesor universitario jubilado, artista en general, reside en Muxía desde hace años, una localidad que han abrazado otros pintores de relieve como Yoshiro Tachibana, Alexandro o Nelson Zumel. Algo tendrá para inspirar a los artistas, como lo tuvo en su tiempo la bretona Pont-Aven para los pintores impresionistas, o las tierras de las Alpujarras para algunos escritores alemanes.

Kappeler ya ha realizado exposiciones en numerosas localidades. A bote pronto, en los últimos tiempos, vienen a la memoria las de Potsdam, en Alemania, o Vigo. Ahora le toca el turno a Madrid. Ya han comenzado a circular las invitaciones para acudir a la inauguración de su trabajo Costa da Morte. Será en la Casa de Galicia en Madrid, un coqueto edifico a dos pasos casi literales del Retiro y tres de la Puerta de Alcalá. Está prevista para el 7 de mayo, a las 19.00 horas, con la presencia del delegado de la Xunta en Madrid y el embajador de Alemania en España. Su trabajo lleva por título Costa da Morte, para que quede claro qué fuente ha manado su inspiración. Hay tiempo para verla, el que pueda, porque estará hasta el 31 de mayo.