-¿Será necesaria una tercera fase para lograr una terapia?
-Seguro que sí. Hay que ver hasta dónde somos capaces de llegar al final de estos tres años, pero por ejemplos precedentes muy numerosos, salvo algún golpe de creatividad o suerte, o por algún hallazgo inesperado, en general en las enfermedades genéticas pasa un tiempo importante desde que uno conoce la causa hasta que empieza a entender qué está pasando en ese tejido y hasta que se empiezan a poder ensayar los primeros tratamientos. Esto va a ir más allá de esos tres años, pero como hay investigaciones similares paralelas en otras enfermedades genéticas unas se van a beneficiar de las otras.