Arcos de medio punto, bóvedas y contrafuertes, iglesias de cruz latina, ábsides semicirculares... Seguro que con un pequeño esfuerzo son capaces de recordar todo aquello que antaño les enseñaban en el colegio sobre el arte románico. Aunque es más probable que todos aquellos conceptos hubiesen sido más fáciles de asimilar si en algún momento hubiesen tenido la oportunidad de realizar un recorrido como el que el pasado sábado hicieron medio centenar de integrantes de la asociación Amigos del Románico, una entidad con socios en toda España que preside el historiador Juan Antonio Olañeta Molina. Amantes de la Edad Media que tuvieron la suerte de conocer parte del románico de la comarca con un guía de excepción, el antropólogo y escritor Manuel Vilar Álvarez, vicepresidente, además, del Seminario de Estudos Comarcais Costa da Morte (Semescom).
A pesar del mal tiempo y de la intensa lluvia, los participantes en el recorrido disfrutaron de la iglesia y de los restos de la antigua casa prioral de San Martiño de Ozón (Muxía), del monasterio muxián de Moraime, «unha xoia monumental do noso románico», del templo de San Pedro de Leis, otro tesoro de la Edad Media en Muxía y, según explicó Vilar, «unha das xoias artísticas da Costa da Morte e unha das primeiras manifestacións da arte cristá». La última parada fue en Santiago de Cereixo (Vimianzo) y se quedaron con muchas ganas de ver el templo de Xaviña. «Terá que quedar para outra ocasión», explicó Vilar Álvarez, quien lamentó que a la hora de planificar los recursos turísticos de la Costa da Morte, sus responsables, «non teñan en conta o patrimonio artísico e cultural da comarca».