Locales que han dejado huella en la guía Michelin

CARBALLO

30 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A la vista del enorme número de datos y anécdotas que contienen las famosas guías Michelin no es de extrañar que los hermanos Antonio y Juan Canela Sánchez sean unos apasionados de estas completísimas publicaciones. Más que fans, son auténticos investigadores. No en vano, ambos poseen la mayor colección mundial (más de 700 ejemplares, prácticamente todos los que se han editado en una veintena de países) de la que está considerada la biblia de los viajeros y de la que los hermanos Cancela han extraído infinidad de datos históricos. Recientemente, por ejemplo, Antonio ha analizado cuántos establecimientos de Carballo han sido recomendados por la guía Michelin en Carballo, desde 1910, cuando la publicación apareció en España por primera vez. En total, seis restaurantes y alojamientos, algunos de los cuales han desaparecido ya.

No es el caso del Pazo do Souto, que aparece en la guía de origen francés desde 1994 y hasta hoy (en la actualidad es el único establecimiento carballés recomendado por Michelin). Se trata de uno de los hoteles rurales con más encanto de toda Galicia, un establecimiento que abrió sus puertas en 1992, en la parroquia carballesa de Sísamo, gracias al empeño de José Taibo Suárez, pionero en el sector del turismo rural en la Costa da Morte. Trabajador incansable, José Taibo, bien arropado por su esposa, Herminia Pombo Rey y toda su familia, restauró con mimo el pazo, construido en 1672 por el marqués de Montenegro sobre una torre medieval. Hoy es uno de los establecimientos más bonitos y mejor conservados de Bergantiños y en el que, tal y como destaca la guía Michelin, es un placer alojarse.

En el tema de hotelero, el Pazo do Souto no es el único que ha sido mencionado alguna vez en directorio turístico, donde entre el 2000 y el 2006 también figuró el veterano complejo termal Baños Vellos, que José Ramón Fernández López gestiona desde hace más de 25 años y que cada año eligen miles de visitantes deseosos de relax.

El tercero de los alojamientos carballeses que alguna vez ha sido recomendado por la Michelin es el hotel Moncarsol, que abrió sus puertas en 1984 (fue de los primeros de la Costa da Morte). El establecimiento de José María Andrade Rodríguez apareció en el manual entre 1986 y el 2002 de forma ininterrumpida.

Casi el mismo período figuró en la guía uno de los restaurantes más famosos de la Costa da Morte. El Chochi, hoy ya desaparecido, fue recomendado entre 1989 y el 2003, año en el que sus propietarios, José Luis Pose Blanco -su apodo fue el que dio nombre al establecimiento- y Amparo Velo Velo, decidieron retirarse de los fogones. El restaurante Chochi, antes había sido la mítica Casa Justo, causó sensación por el excelente servicio y los magníficos platos de comida casera que servían. El estilo del Chochi causó sensación y todavía son muchos los que echan de menos el trato y los platos de José Luis (que antes que hostelero fue uno de los mejores futbolistas de Carballo y jugó en Primera y Segunda división) y Amparo.

También ha desaparecido ya el restaurante A Condesa, que abrió sus puertas a mediados de los noventa en la carballesa calle de la Estrella, en el mismo lugar que estaba la mítica Casa da Condesa. Fue una idea de los hosteleros Tino Seoane Torres y Carmen Pazos Santos, y sus hermanos, Roberto y José Pazos. El establecimiento, recomendado en la guía Michelin de 1996, «estivo aberto moi poucos anos, porque xa tiñamos moito traballo coas cafeterías», explica Tino, ya jubilado, y responsable hasta su retiro de una de las míticas Sinagoga de Carballo.

El tercer restaurante mencionado en los libros, en este caso los años 2007, 2008 y 2009, fue El Rincón de Elías, del hostelero José Antonio López Villar. Cerró en el 2010 y poco después su jefe de cocina, Pablo Iglesias Pérez, volvió a abrirlo con su nombre actual, Ladebur, donde todavía es posible darle una alegría al paladar.