Se fue de Muxía cuando apenas tenía dos años y se crio en Argentina, pero siempre ha presumido de muxián. La primera vez que volvió a su tierra, a finales de los sesenta, fue para hacer la mili (los más jóvenes seguro que ni recuerdan lo que era aquello) y, definitivamente, se enamoró de Muxía, de la Costa da Morte y de Galicia. Por eso, aunque regresó a América y allá fundó su familia, el periodista Serafín Santos, ha regresado a su tierra siempre que ha podido. Sobre todo, como ahora, coincidiendo con las fiestas de A Barca. Pero en esta ocasión el viaje ha sido muy especial, ya que Serafín, especialista en temas judiciales, ha venido muy bien acompañado. Por su esposa, Stella; sus tres hijos, Ignacio, María y Santiago, sus nueras, su yerno, y sus cinco nietos, Valentina, Juana, Simón, Esmeralda y Benjamín. «Mi ilusión siempre fue que mi familia conociese mi tierra, a la que volví de joven y a la que tanto quiero», explicaba ayer Serafín mientras apuraba sus últimos días en la Costa da Morte, ya que aunque la familia Santos no regresa a Argentina hasta final de mes, aprovecharán también para visitar otros rincones de Galicia y España. «Este era mi sueño y lo estoy cumpliendo por fin», cuenta este muxián que se jubiló del periodismo el pasado 31 de agosto. «Me gustaba mucho la profesión, pero me di cuenta de que lo que realmente necesitaba era tiempo para los míos», cuenta. Y para enseñarles esos lugares de las que tantas veces les había hablado y de los que también presume en su restaurante de Bariloche, donde la galleguidad de Serafín está presente hasta en el nombre, Breogán. Así que ya saben, si tienen la suerte de visitar la preciosa Patagonia argentina y les entra la morriña no duden en visitar el Breogán, donde podrán degustar un sabrosísimo pulpo con cachelos, empanada, variados mariscos y lo que allí llaman «papas feroces», o sea, patatas bravas.
Diversión también para los niños
Está claro que aunque sea una celebración multitudinaria, la Barca de Muxía es también una fiesta muy familiar. La ocasión perfecta para reunirse con hermanos, primos, tíos y demás congéneres y ponerse al día. Vamos, disfrutar de los tuyos. También, por supuesto, de los más pequeños, para los que la romería de Muxía es algo mágico. Y de niña disfrutó (y presumió, porque es preciosa) el expatrón mayor y armador Javier Sar Romero, que el domingo acudió a la procesión con la guapísima Valeria Sar Trillo, de tres años. Ella, aunque chiquitina, ya vive con intensidad la Barca. Como los buenos muxiáns.
Combinado con sabor a Fisterra
Magníficas, como las de Muxía, fueron también las fiestas do Carme de Fisterra, donde el viernes fue presentada una ginebra muy relacionada con la Costa da Morte, ya que la Gin Sea es obra, entre otros, de Manuel Barrientos Monteagudo, natural de Dumbría. Eligió el Boulevard Lounge, de José María Velay Insua, para dar a conocer la nueva bebida. Ambos elaboraron todo tipo de combinados, a los que se unieron la música de Brais The Nice y Fer Fisterra, así que el cóctel resultante entre ginebra y música relajante fue perfecto. Solo de pensarlo entran ganas de tomarse una copita en buena compañía.