La presencia de Otero no evitó duros golpes al narcotráfico

Juan Ventura Lado Alvela
Juan Ventura Lado CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Agentes de policía descargan en Cádiz el alijo con el que se relaciona al sargento Otero.
Agentes de policía descargan en Cádiz el alijo con el que se relaciona al sargento Otero. víctor lópez < / span>efe< / span>

La Guardia Civil realizó tres operaciones mientras estuvo en Corcubión

21 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las tres mayores incautaciones de droga llevadas a cabo en la historia reciente de la Costa da Morte se hicieron durante la época en la que el sargento José Álvarez-Otero Lorenzo estuvo al frente del puesto de la Guardia Civil de Corcubión y, sobre todo en una de ellas, los agentes de la zona tuvieron una intervención decisiva para dar con los estupefacientes y detener a los traficantes.

Estas operaciones se habrían llevado a cabo a pesar de que, como apunta la Policía Nacional, Otero llevaría años siendo el garante de que los alijos que entraban por la comarca llegasen a buen puerto, aparte de situarlo como cabecilla del reciente desembarco frustrado de 3,2 toneladas de cocaína. De hecho, según explicó el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, las sospechas se remontaban a varios años atrás, durante los cuales el sargento estuvo siendo investigado por las fuerzas de seguridad sin que apareciesen pruebas concluyentes para concretar una imputación.

En este tiempo en la Costa da Morte se llevaron a cabo tres operaciones muy importantes contra el tráfico de estupefacientes a gran escala. La primera, en abril del 2006, se saldó con la detención de David Pérez Lago, el hijastro de Laureano Oubiña, acusado de dirigir una red de lancheros que pretendía introducir seis toneladas de cocaína a través de la playa de O Rostro (Fisterra). Finalmente, algunas de las embarcaciones llegaron a Ponteceso y la Guardia Civil se encargó de las actuaciones.

En enero del 2009 fueron el Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (GRECO) y Vigilancia Aduanera, dentro de la operación Tabaiba, quienes echaron por tierra el intento de desembarcar en la playa de Arnela (Muxía) 120 millones de euros en cocaína, pero el instituto armado también colaboró en los trabajos y, de hecho, practicó la detención de Andrés García Gesto, de quien posteriormente no se pudo demostrar que tuviese relación con el alijo.

Sin embargo, el golpe en el que la Guardia Civil tuvo un papel más determinante se produjo solo unos meses después. Los agentes de una patrulla que prestaban servicio la noche del 4 al 5 de abril decidieron inspeccionar la zona de Arnela, sin sospechas concretas, solo para descartar que se estuviese cometiendo alguna actividad ilícita. Casualmente se toparon con un grupo de traficantes marroquíes que traban de introducir varias toneladas de hachís. Movilizaron al resto de compañeros disponibles en toda la comarca, apresaron a cinco personas después de perseguirlas por el monte y recuperaron la mayor parte de la droga.

Ahora el delegado del Gobierno dice que «de momento» no se sabe si el sargento tenía algún apoyo dentro del cuerpo para sus actividades supuestamente ilegales, aunque estas actuaciones parecen descartar que contara con la connivencia de sus compañeros.