El mal tiempo quitó vistosidad a la Feira das Nenas de A Silva

ramón rivera CARBALLO/ LA VOZ

CARBALLO

Algunos espectáculos tuvieron que aplazarse y se trasladaron al pabellón

16 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Como cada año por estas fechas, la localidad de A Silva (Rodís-Cerceda) acogió ayer una nueva edición de su tradicional Feira das Nenas. «A orixe ninguén sabe canto de antiga é», explicaba la concejala de Cultura, Begoña Rodríguez Rumbo.

Si el sol protagonizó la del año pasado, la lluvia, el frío y el granizo aguaron, en buena parte, la fiesta de este año. Desde primera hora de la mañana se notaba que la afluencia de de visitantes no iba a ser como la de otras ocasiones. El tiempo o los partidos de fútbol del Dépor-Celta y del equipo local, el San Martiño, preveían un día gris.

El programa comenzó según lo previsto, con un pasacalles de los gaiteiros de la Agrupación folclórico-cultural San Martiño, con la actuación de su grupo de baile y con el paseo de caballos por el centro de la localidad. Pero la fuerte lluvia apareció y el baile moderno de la Escola de Baile Municipal se tuvo que posponer hasta la tarde y adelantar la entrega de los míticos bolos preñados. De unos mil que había preparados, solo se entregaron la mitad, según la organización.

«¿Xa acabou?», preguntaban algunos. A las dos de la tarde, A Silva quedó vacía. El mal tiempo no daba tregua y la mayoría de los 37 puestos que había, recogieron sus bártulos. Solo permanecieron algunas atracciones y puestos como los de churros, hamburguesas y pulpo, casi todos vacíos y esperando a que alguien pasase.

«¿Onde nos metemos? ¿Que facemos?», decía un hombre. «Imos tomar unha xarriña», le respondía su compañero. Los bares fueron los mayores beneficiados. No cabía ni un alfiler.

Final feliz

Desde el Concello tenían «medo a que as nubes non abran pola tarde», pero estas dieron un pequeño respiro y pudieron celebrarse los concursos caninos, las exhibiciones ecuestres y las musicales de baile y cante gallego de las Mulleres de Cerceda y de Encrobas, y baile moderno.

Al final, la Feira das Nenas, una «festa de encontro» donde antiguamente las jóvenes «saían buscar amigos e mozos, e aproveitaban o bo tempo», pudo celebrarse, y mantener un año más uno de los acontecimientos sociales, gastronómicos y culturales con más arraigo en la zona, aunque con menos visitantes que otros años. A pesar de ello, y de que «xa perdeu moitísimo do que era» -decía una visitante-, la valoración es «positiva».