El diputado y edil carballés Alberto Sueiro señalaba ayer en Radio Voz que Fraga siempre fue muy respetuoso con él. «Era moi formativo, sempre che ensinaba», al tiempo que destacó su trabajo para colocar a Galicia «no clube das grandes nacionalidades históricas». Fraga era, indicó, «un home con dimensión de Estado».
La parlamentaria Marisol Soneira, también en Radio Voz, destacó las renuncias con la etapa anterior para trabajar por un «futuro de concordia e de convivencia de todos», además de resaltar la confianza que, durante varias legislaturas, le dieron los gallegos en las urnas, algo que le produce «moito respecto».
El alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, recordó la vinculación de Fraga «co réxime anterior» y las cinco visitas que realizó al municipio, «cousa que non fixeron outros presidentes», durante los dos años que coincidieron en sus gobiernos. «Respectaba institucionalmente os postos de cada quen», señaló.
«Parecía un home brusco, pero non o era, e sempre respectou moitísimo aos alcaldes. É unha persoa irrepetible», señala Antonio Domínguez, exalcalde popular ceense, que cuenta que Durante una comida con políticos en la que estaba él mismo, le preguntó dónde se podía jugar una partida de dominó. «Estabamos no Larry e díxenlle que no Nueva York, ao lado, había partida. Levantouse ao momento, non esperou a rematar, e os demais saíron detrás correndo sen rematar de comer para ir xogar esa partida», recuerda.
Para el regidor de A Laracha, José Manuel López, Fraga fue «o pai da modernización de Galicia, terra á que quixo moito».
El 13 de febrero del 2004, Manuel Fraga acudió a Camariñas para inaugurar la segunda fase del parque eólico de Cabo Vilán, denominado Pena Forcada (26 aerogeneradores). Fue el único con el que lo hizo de todos cuantos hay en la comarca. A Vilán volvería en el 2007, para la apertura de la planta de rodaballos de Prodemar. En Camariñas se prodigó bastante, pero el expresidente estuvo en todos los concellos de la zona, en algunos en muchas ocasiones. foto CASAL