Buño pierde la mejor muestra de cerámica de toda Galicia

marta valiña CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

El cierre del Centro Comarcal de Bergantiños ha obligado a los hijos de García Alén a recoger su colección de olería, cuyo futuro es incierto

02 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

«Nos vamos con una sensación de infinita ingratitud». Así resumía Francisco García-Alén, hijo del etnógrafo Luciano García Alén, lo que su familia sentía al recoger, el pasado jueves, la colección de su padre, depositada en el Centro Comarcal de Bergantiños desde marzo del 2009. El cierre definitivo de las instalaciones, efectivo desde el 1 de enero, y el poco interés que la Xunta ha mostrado por seguir custodiando su legado ha echado por tierra el sueño del doctor santiagués, cuyo deseo siempre fue que la colección permaneciese en Buño.

¿Por qué García Alén eligió Buño para su colección?

«Buño foi para min un venturoso descubrimento», aseguraba Luciano García Alén, quien siempre insistió en que las mejores piezas de su colección debían quedarse en la localidad oleira de Bergantiños. «Buño é un tesouro da nosa historia e da nosa cultura e como tal hai que mimalo, por sio temos que traballar para entregar ese legado cultural ás xeracións que nos seguen», explicaba el etnógrafo pocos días después de la inauguración de la exposición en el centro comarcal.

¿Que llevó a García Alén a interesarse por la tradición oleira de Galicia?

Según confesó Luciano García Alén hace tres años, su pasión por la olería arrancó en la feria de Carballo «hai moito tempo». «Alí vin a uns oleiros cunha expresión que nunca se me borrará da mente, para eles estre traballo era un residuo do que facían as súas familias e a partir de aí comecei a miña andaina e iniciei a miña relación de amizade con moitos oleiros. Indaguei nos seus segredos e gañei a súa confianza», explicaba. Sus trabajos, únicos en Galicia, conservan un legado, en muchos casos oral, que de no haber sido por el trabajo de García Alén habría desaparecido.

¿Qué incluía la exposición que podía verse en el centro comarcal?

El doctor Luciano García Alén cedió al Centro Comarcal de Bergantiños cerca de 300 piezas recogidas desde los años setenta por toda Galicia. Eran, según explicaron sus hijos, «las mejores» de su colección particular, porque García Alén siempre tuvo claro que el gran museo de la olería debía de estar en Buño. De hecho, algunas de sus piezas pueden verse todavía en el Museo de Pontevedra y en el Museo do Pobo Galego. La exposición del Centro Comarcal estaba dividida en tres áreas temáticas: O sentido das olas (mostraba la funcionalidad y el uso que los vecinos le daban a cada pieza), O rumor do barro (reflejaba la singularidad y diseño de algunos utensilios) y O sabor do lume (el denominador común era la forma singular de los objetos).

¿Qué la hacía tan especial?

La colección de García Alén es, sin duda, una de las mejores del mundo e, indudablemente, la muestra de cerámica más destacable de toda Galicia, porque incluía piezas de toda la comunidad, algunas de las cuales son únicas, imposibles de encontrar hoy en día. El estado de conservación de todas ellas es, además, admirable, lo que les otorga un valor económico y patrimonial incalculable.

¿Eran solo piezas de Buño?

No. La colección de García Alén incluye también piezas de otras localidades con gran tradición oleira de toda Galicia, como Gundivós, Loñoá das Olas, Portomourisco, Mondoñedo, Santomé, A Guarda, Prado, Rubiá, Betanzos, Lestrobe, Narón, Samos, Meder, Tiroira, Niñodaguia y Bonxe, lo que la convierte en una muestra única, ya que en algunas de esas localidades la tradición ceramista es hoy casi inexistente.

¿Qué explicación ha dado la Xunta a la familia?

Ninguna. Los hijos de García Alén recibieron una escueta carta a mediados de diciembre en la que les explicaban que la desaparición de la Sociedade para o Desenvolvemento Comarcal, dependiente de la Consellería de Medio Rural, llevaba implícito el cierre, a partir del 1 de enero, de todos los centros comarcales de Galicia, incluido el de Buño, por lo que debían recoger la colección, ya que la Xunta no podría hacerse cargo a partir de ese día de su conservación y protección.

¿Se ha interesado algún otro departamento del gobierno gallego en hacerse cargo de la colección?

No. Los hijos de García Alén, encargados de su custodia, no han recibido ningún tipo de petición ni sugerencia.

¿Qué pasará con ella a partir de ahora?

«La colección vuelve a casa, al lugar del que partió, donde estará a salvo y protegida», explicaba María García-Alén el pasado jueves. «Son piezas únicas con historias únicas que volverán a ser almacenadas a buen recaudo», añadía, al tiempo que explicaba que no le contarán lo ocurrido a su padre, ya que se encuentra muy delicado de salud. «Para él sería un disgusto enorme, así que le contaremos que el centro comarcal está cerrado por reformas», dijo. La familia confía en que las Administraciones recapaciten y que la colección de Luciano García Alén pueda regresar a Buño, tal y como siempre soñó el etnógrafo.

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