La nueva infraestructura nos exige ser más ambiciosos

Carlos Oliete

CARBALLO

27 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Todavía estábamos estrenando la década de los 80 cuando presentamos, ante una incipiente Xunta de Galicia, el primer proyecto para la ampliación de puerto de Brens. La Consellería de Obras Públicas recibió la iniciativa calificándola como un asunto preferente e indicando que ya tenían su propio proyecto de ampliación.

Desde entonces han transcurrido casi 30 años, en los que hemos sido testigos de muchos acontecimientos: el cambio de propiedad de este centro de trabajo, la sucesión de gobiernos autonómicos de distinto signo, las catástrofes del Cason y el Prestige? Entretanto, 2,5 millones de toneladas de mineral de manganeso se han transportado desde el puerto de A Coruña hasta Cee con el consiguiente deterioro de nuestras vías de comunicación, de nuestra cuenta de resultados y, lo no menos importante, con una absoluta falta de impulso al desarrollo de esta comarca de entorno maravilloso.

Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y estamos trabajando para que a primeros de febrero un barco procedente de Australia atraque en el nuevo muelle de Brens, con una carga de 25.000 toneladas, de las cuales dejará 5.000 en nuestra planta y seguirá rumbo a nuestras otras factorías. Para el mes de marzo ya está programado otro buque con 20,000 toneladas, destinadas en su totalidad a la fábrica de Cee.

Han luchado para que este proyecto se convierta en realidad muchas personas que resulta imposible relacionar sin cometer la injusticia de un posible olvido, pero ha sido fundamental el apoyo político, social y sindical de toda la comarca, la actuación decidida de los últimos presidentes de Portos, Carlos Negreira, Vicente Irisarri, Jacinto Parga, José Manuel Álvarez-Campana, y el actual, José Juan Durán, y, por supuesto, la del presidente de esta empresa, Juan Miguel Villar Mir, que apostó desde el principio por este proyecto, concretando su apoyo con la aportación de 2 millones de euros para su financiación, lo que, por otra parte, supone un estimulo y un acicate para toda la plantilla de este centro de trabajo.

Pero no todo está hecho. Como en todos los grandes proyectos, estamos en un punto de arranque, que era absolutamente necesario, pero no es suficiente para todos los que aspiramos a un mayor desarrollo diversificado y sostenible de la Costa da Morte. El reto que se nos presenta a todos -políticos, agentes sociales y económicos- es grande y apasionante. Podemos plantear un punto de partida, basado exclusivamente en los movimientos de Ferroatlántica de 280.000 t/año, pero el coste y las posibilidades de la nueva infraestructura de la que vamos a disfrutar nos exige ser más ambiciosos. En este sentido, todas las ideas, proyectos y apoyos para ampliar el número de usuarios y mercancías deberán ser bienvenidos, ya que ello redundará directamente en el desarrollo de la comarca y, en consecuencia, en el futuro de sus conciudadanos. Felices fiestas.