Peregrinos de alta velocidad

Santiago Garrido Rial
santiago garrido LOGROÑO / ENVIADO ESPECIAL

CARBALLO

Los alcaldes de Neria completaron ayer el tramo Logroño-Burgos

14 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Neria y los alcaldes de Cee, Fisterra y Dumbría completaron ayer la segunda de las cuatro etapas y media que se han marcado para promocionar el Camiño a Fisterra y Muxía. El viernes a mediodía culminarán su periplo en el Bierzo, después de haber repartido 5.000 guías generalistas en castellano e inglés (62 páginas con posibilidad de descarga de contenido electrónico) y otras mil específicas de Dumbría, entre todos los albergues, privados o públicos, que a estas alturas del año están abiertos, y en lo que no localizando a alguien de contacto. Es una peregrinación de alta velocidad, comparada con la marcha pausada de los pocos caminantes que a estas alturas del año tienen ánimos o promesas para seguir hacia Santiago, Fisterra o Muxía. Dan ganas de ayudar a alguno y meterlo en el monovolumen, lo cual haría aún más llamativa la apretada vida en el interior del habitáculo de los ya no escasos seis ocupantes.

Tocó ayer ruta entre Logroño y Burgos. Paradas en Navarrete, donde los oleiros dieron vida secular a este pueblo y tienen monumento con torno junto a una iglesia grande como un mundo. En Ventosa, pueblo en el que Enrique Valentín, histórico dirigente de entidades xacobeas y ahora involucrado en aunar a los albergues privados (muy relacionado con Neria desde hace años) tiene una cuca hospedería con belén exterior. En Nájera, también en tierras riojanas, donde un mapa marca Fisterra como final (se ve de todo, otros indican Santiago) y, a escasos metros, un plano con foto sugiere subir hasta la Cruz de Malpica, pero eso ya no es Camino hacia la Costa da Morte.

Santo Domingo

La gran parada es la de Santo Domingo de la Calzada, a 550 kilómetros de Santiago. Su principal albergue, de los muy escasos que abren todo el año y por donde pasan 24.000 peregrinos, está regido por una cofradía religiosa (desde el siglo XI) que comanda la priora Inmaculada, encantada de atender a los alcaldes. «Hace unos años, Fisterra no se conocía mucho, pero ahora cada vez son más los que dicen que acabará allí», explica. El hospitalero hace de guía por las instalaciones, que incluye estancia para roncadores. Anécdotas hay sin parar. En Tosantos, una vecina parece asustarse cuando ve a los regidores con las guías. En Villafranca, una placa recuerda a un peregrino que murió en un banco en ese mismo punto frente a una casa. Camisetas como la de Pamplona, con el mar fisterrán serigrafiado y el mensaje de que lo que importa es el final, ya no se ven. Redecilla del Camino, Belorado, San Juan de Ortega, Atapuerca, Ibeas de Juarros? Uno tras otro van pasando estos pueblos austeros y muy fríos, entre campos ondulados, altos nidos, chimeneas que humean sopas de ajo y enormes campanarios.

promoción del camino hasta fisterra y muxía