«Malpica é, para min, a mellor maneira de desconectar»«Gústame o teatro porque me encanta o contacto directo co público»

marta valiña CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

El actor, con una larga carrera, comenzó en la mítica «Mareas Vivas»

06 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No hace mucho que Santi Romay dejó atrás su niñez, pero el joven actor malpicán se confiesa desmemoriado cuando le piden que eche la vista atrás y se ríe cuando le recuerdan que basta con remontarse a mediados de los años ochenta. Le cuesta incluso acordarse de su amplísimo currículo laboral, que incluye algunas de las series más míticas de la TVG, como la inolvidable Mareas Vivas, en la que dio vida al travieso Fito, u otras como A miña sogra máis eu, Rías Baixas, O Nordés, Os Atlánticos o, más recientemente (acaba de terminar la grabación de la cuarta temporada) Matalobos; o también exitosas obras de teatro como Un cráneo furado, con la que el año pasado ganó el Premio María Casares al mejor actor secundario.

Santi acababa de empezar los años de instituto (estudió en el Monte Neme, en Carballo), cuando fue fichado para Mareas Vivas, así que su adolescencia, al contrario que la de otros jóvenes de su generación, estuvo siempre muy ligada al trabajo. «Aínda que para min non era traballo, senón un pasatempo que me encantaba, porque tamén é certo que os responsables da serie sempre fixeron un gran esforzo porque os nenos seguísemos sendo nenos e tiñamos tempo para xogar ou para andar por Laxe [localidad en la que se ambientó la serie] facendo das nosas», recuerda.

Fue aquella (se mantuvo en antena durante cinco anos, de 1998 al 2002) una época en la que Santi se tomó la actuación como un juego, aunque reconoce que la interpretación le gustó desde muy pequeño. Y eso a pesar de que llegó al teatro casi de rebote. «Empecei moi novo, con cinco ou seis anos en baile galego, pero nunha exhibición de fin de curso, que se celebrara no porto, fixen algo mal e a xente riuse de min, así que disgusteime tanto que lle dixen á miña nai que non quería seguir. Ela díxome que vale, pero que tiña que escoller outra actividade, porque non quería que estivese todo o día na rúa ao saír da escola, así que apunteime no teatro e encantoume», cuenta. Su profesor, añade, era el actor vimiancés Vicente de Sousa, que se encargaba de la escuela de teatro de Malpica.

Compaginaba entonces el teatro con el fútbol sala, su gran afición, pero cuando fue elegido para convertirse en Fito, en Mareas Vivas, se vio obligado a elegir. «Non tiña tempo para todo, sí que tiven que elexir. Por fortuna a elección foi acertada, porque temo que como futbolista non tiña moito futuro», asegura riéndose.

Desde entonces no paró e incluso al llegar a la universidad se decantó por la Pedagogía Teatral. «É certo que a miña entrada na televisión deixoume pouco tempo para facer as cousas propias dos nenos da miña idade, pero non teño a sensación de ter perdido nada. Fun feliz, pasábao ben e seguín sempre en contacto cos amigos da nenez e da adolescencia», asegura Santi, quien confiesa que son precisamente los amigos de siempre, como Rubén, Roque o Fran, «e a familia, por suposto», los que le mantienen unido a su Malpica natal. «Sempre que podo acércome á casa, porque, Malpica é, para min, a mellor maneira de desconectar. É o único lugar do mundo no que podo deixar de pensar no traballo e gozar do tempo libre», asegura.

Santiago Romay Lema.

1983.

Actor.

A Coruña.

Malpica.

Santi Romay asegura que el 2011 ha sido, profesionalmente, su mejor año. «A pesar da crise, foi o ano que máis traballei», explica. Y tocó todos los palos. El teatro con la exitosa obra Un cráneo furado, la televisión con su papel en Matalobos -«por fin fago un papel de malo e estou encantado», dice- y, por primera vez, el cine. «Teño un papel en Vilamor, de Ignacio Vilar, e son o protagonista de Personal Movie, de Héctor Carré, que se estreará o ano que vén, así que estou encantado», confiesa. Se siente cómodo en todos los campos, pero cuando le preguntan con cuál se quedaría si tuviese que elegir, casi ni lo duda: «Quedaríame co teatro, porque o contacto directo co público é vital. A min encántame porque iso é o que fai que medre como actor e dáme máis táboas á hora de actuar e de enfrontarme a unha personaxe». De momento, sin embargo, su carrera va viento en popa y no se ha visto en esa tesitura, lo que por otra parte, casi no le ha dejado tiempo libre. Aunque para ir a Malpica siempre lo encuentra. «A organización do Nordestazo Rock, por exemplo, é unha excusa para volver cos amigos todos os veráns», dice.