Carballo presume de escritores en su pujante Praza dos Libros

Juan Ventura Lado Alvela
juan ventura lado CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Rosalía Fernández cautivó al público con un pregón lleno de alegorías

26 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El pregón de Rosalía Fernández Rial, que sacó a relucir su vena más poética y teatral, sirvió de pistoletazo de salida para la Praza dos Libros de Carballo, en la que ayer se presentaron las nuevas obras de Adela Figueroa y Carlos Callón, mientras los tenderos de las seis casetas instaladas frente al Concello aprovechaban para hacer las primeras ventas.

La «muxiano-carballesa», como la definió el alcalde, Evencio Ferrero, puso en escena una alegoría musicalizada por el guitarrista Mon Búa en la que, partiendo de su esfera más íntima y recogida, fue desatando una atmósfera con una gran carga emotiva que estalló «nunha troula de libros abertos na que os fonemas brincan coma foguetes».

Impregnado por el olor a chorizos, churros y rosquillas de la feria, la acordeonista, que mañana presentará poemario, desarrolló un espectáculo de alta cocina literaria, en el que, su imaginaria condición de pregonera se hizo realidad y sirvió para invitar a los presentes «non a ler, senón a ser fantasía».

Sus «bicos barbitúricos da lúa» y el «conxuro» para convertir al público en personajes cautivó a todos los presentes, entre ellos el alcalde, quien, acompañado por la concejala de Cultura, Mar Eirís, estableció un paralelismo entre los productos agrarios del mercado, ­«o mellor que se produce na nosa terra»­, y las obras literarias, «o mellor que producen as mentes da nosa terra».

Ferrero, que definió la plaza como el «ágora de participación democrática», incidió en el orgullo que supone para Carballo contar con autores como «Xan Fraga, Ignacio Silva e a propia Rosalía Fernández, que engade un aire de mocedade e de frescura».

Además, defendió la lengua y la literatura como un vehículo «para introducir novos proxectos e novas ilusións nos fogares». Y, después de reconocer el esfuerzo y la labor de difusión cultural que llevan a cabo los seis libreros presentes en la feria, terminó su alocución invitando a los vecinos a disfrutar de los libros y el espacio público. «Falade, conversade, mercade, lede», concluyó.