Las aficiones tuvieron un comportamiento exquisito a lo largo del partido

carballo / la voz

CARBALLO

30 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El encuentro entre el Cerceda y el Llagostera fue, independientemente del marcador, una fiesta. El partido estuvo marcado por la lluvia, que hizo su aparición en el minuto 18 de la primera parte y no cesó hasta el pitido final. En la segunda parte, el choque se disputó con luz artificial.

Una de las notas más positivas de los 90 minutos del encuentro fue el excelente comportamiento de las respectivas aficiones. El recinto acogió a 800 seguidores en las gradas a pesar del mal día.

El grupo de seguidores del Llagostera no pararon de animar incesantemente a sus seguidores con sus cánticos. También estaban apoyados por banderas, vestidos con las camisetas del equipo y con bombos. La fiesta se incrementó al final en el terreno de juego con los abrazos y las felicitaciones a los jugadores y al entrenador, Oriol Alsina, un hombre clave en la eliminatoria. No faltó en esos festejos la presidenta y esposa del técnico, Isabel Tarragó.

El Cerceda sufrió un batacazo al no conseguir ascender, pero los aficionados, una vez más, demostraron su implicación con los colores rojiblancos del club.

Camisetas, bufandas, bombos y gritos de ánimos estuvieron presentes en las gradas, al igual que una pancarta en la que se podría leer: «Forza Cerceda, xuntos podemos». Ahora, los futbolistas de Manolo García esperan el siguiente rival para seguir optando al ascenso.