1 Fíjense bien en los afortunados protagonistas de la imagen de la derecha. Afortunados porque están disfrutando de un viaje único, una excursión de ocho días organizada por la parroquia de Carballo que les ha llevado a miles de kilómetros de Bergantiños. Están en tierras rusas, gozando de los paisajes y de la cultura de San Petersburgo y Moscú, dos ciudades repletas de historia en las que permanecerán hasta el próximo martes. Llegaron allá el Día das Letras Galegas y nada más aterrizar, el grupo, encabezado por el párroco de Carballo, José García Gondar, disfrutó de un espectáculo en el palacio Nikolaevsky, en San Petesburgo, una ciudad en la que también han visitado la catedral de Isaac, la fortaleza de San Pedro y San Pablo, o el Hermitage, entre otros muchos lugares. Hoy, si todo marcha según lo previsto, llegarán a Moscú. Los viajeros, entre los que están el párroco de Cances, Jesús Antelo Quintáns; la presidenta de la junta local de la Asociación de Lucha contra el Cáncer, Ana Casais Ruiz; la gerente del Centro Comercial Aberto (CCA), María del Carmen Freire Areosa, y otros muchos afortunados vecinos de Carballo, como Élida Sanz Cambón, Gelasio López Varela o Victoria Tajes Vilariño, de Casa San Ramón, visitarán la plaza Roja, el Kremlin, el Museo del Cosmos y la ciudad de Serguei Posad, conocida por su monasterio de la Trinidad de San Sergio.
Volverán el martes, así que aquellos que conozcan a los afortunados conocerán de primera mano un viaje único y seguramente irrepetible, de los que dan envida (sana) a los que seguimos sus andanzas en la distancia.
Mar do solpor
2 Los que no se han ido tan lejos como los carballeses, pero también han disfrutado mucho de la experiencia, son los alumnos de secundaria del colegio Nuestra Señora del Carmen, de Fisterra, que el jueves participaron en una divertida (y acuática) iniciativa organizada por la cofradía de la localidad, que preside José Manuel Martínez Escarís. Los estudiantes gozaron del proyecto O mar do solpor, que tiene como objetivo dar a conocer la realidad marina. Y para lograrlo, nada mejor que recorrer la costa fisterrana a bordo de un barco. En su caso fue en el María Helena y contaron con un guía de excepción, el poeta Manuel López Martínez, Alexandre Nerium, que les fue contando las historias y leyendas de los distintos lugares por los que pasaban navegando. El guía del Museo do Mar es tan buen narrador que pronto logró captar la atención de todos los participantes, a los que el recorrido se les hizo, seguro, demasiado corto.
Los escolares salieron del puerto de Fisterra y fueron hasta el faro, donde los chavales disfrutaron del festín que se estaban dando una bandada de mascatos, lo que dio pie a que les contasen que antaño esas aves indicaban a los marineros donde estaban los cardúmenes de peces, algo que les facilitaba mucho la tarea de elegir dónde lanzar el aparejo. El periplo les permitió divisar la playa de Langosteira desde una perspectiva diferente a la habitual y una vez de vuelta a tierra se lo pasaron en grande en el taller de nudos marineros que les impartieron en la cofradía.
Los estudiantes, que fueron acompañados por los profesores Carlos Velasco Herguedas, Raúl Silva Insua y José Fernando Carrillo Ugarte vivieron una jornada única que ayer repitieron sus compañeros de primaria.