La cesta del conocimiento sale llena de Carballo

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL CARBALLO

CARBALLO

24 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Acabó ayer la sexta edición de la Feira das Ciencias del instituto Alfredo Brañas de Carballo. Feria, en efecto, en muchos aspectos: los clientes (alumnos, profesores; visitantes incluso, ya que ayer fue día de puertas abiertas; destacados científicos de la Universidad) paseaban por los puestos de las aulas y prestaban atención a la mercancía que se ofrecía para el disfrute y el conocimiento. Experimentos, talleres, mucha física y química, pero también tecnología, matemáticas, dibujo, filosofía... Es fruto de mucho trabajo anterior, que al menos ha recibido una sonora recompensa en forma de aplausos constantes al gran organizador, que no es otro que José María de la Viña, por mucho que él se empeñe (y tendrá razón) en destacar la labor del equipo, los compañeros, los chavales. Contaba ayer que le felicitan incluso por la calle, pues parece que esta feria científica ha logrado ser, en efecto, de puerta abiertas, pero gracias el exterior, a la que acuden muchos vecinos, padres de alumnos y ex alumnos, que disfrutan con lo que ven y, además, un poco con volver a lo que fueron.

Una señal de reserva por los suelos

Apunta Viña, que lleva ya 40 años en el centro de profesor, los mismos que tiene el instituto y que celebra durante todo este curso, que actividades como esta, unidas naturalmente a las clases, despiertan vocaciones. De química, por ejemplo. También de física. Ya lo dijo el baiés Jorge Mira en su charla del lunes: parte de quién es se lo debe a estas paredes y, sobre todo a aquellos profesores. Viña ya estaba allí cuando Mira comenzaba a entender lo del espacio, el tiempo y más o menos el electromagnetismo. Y como él, otros.

El 2011 es además el Año Internacional de la Química, así que el instituto muy probablemente volverá a ser un vasto campo de experimentación.