Vecinos de Santiso disputan al Obispado la titularidad de su campo de la fiesta

arzúa / la voz

CARBALLO

22 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El litigio que desde hace tiempo mantienen los vecinos de la parroquia de Ribadulla, situada en el concello coruñés de Santiso, que disputan la propiedad de su campo de la fiesta al Obispado de Lugo -a cuya demarcación eclesiástica pertenece el municipio-, se dirimirá este jueves en el juzgado de Arzúa.

Este conflicto sobre la titularidad de estos terrenos de la localidad se desató hace aproximadamente dos años, cuando los vecinos de Santiso lograron abortar un intento de venta de su campo de la fiesta por parte del Obispado de Lugo, que también incluía en el lote de compraventa la casa rectoral.

Los ánimos vecinales se enconaron en contra del cura párroco que había entonces, Alfonso Carrasco Rouco, quien decidió suspender la celebración de las misas y cerrar la iglesia durante una temporada para evitar males mayores hasta que se calmase la situación.

El Obispado de Lugo argumenta que el citado campo de la fiesta es de propiedad eclesiástica, por lo que ha demandado judicialmente a la práctica totalidad de los vecinos al haber instado ante el Juzgado de Arzúa una «acción declarante de propiedad» con el fin de zanjar definitivamente la cuestión de la titularidad de este campo de poco más de 2.400 metros cuadrados.

Negociación fallida

Tanto los representantes jurídicos del Obispado como los vecinos ya se vieron las caras en el transcurso de un acto de conciliación previo que remató sin acuerdo alguno, por lo que ahora deberá ser la Justicia la que dirima este conflicto de propiedad.

El Obispado asegura que el campo de la fiesta está registrado como suyo, y para ello presenta una escritura de permuta de los terrenos a la Iglesia en compensación por los bienes afectados por la construcción del embalse de Portodemouros, cuando una parte de la parroquia de Ribadulla quedó anegada bajo las aguas del río Ulla. Mientras, los vecinos aportarán sus documentos de titularidad, con independencia de haber utilizado siempre este campo de la fiesta desde hace, al menos, medio siglo. Para el juicio hay citados 53 vecinos, diez testigos vecinales y cuatro del Obispado.