Una empresa tradicional que no para de crecer

Marta valiña CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

30 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

José Antonio Suárez Mouzo tiene una memoria envidiable. Es capaz de acordarse de fechas, lugares e incluso horas con una facilidad pasmosa y si se lo propusiese podría, casi seguro, recitar uno por uno los nombres de sus cerca de 700 clientes. Él le resta importancia, pero es inevitable quedarse con la boca abierta cuando recuerda que hace 25 años vendió en un solo día «7.140 iogures». Se acuerda, confiesa, porque acababa de comenzar a trabajar como distribuidor para la empresa Central Lechera Asturiana -«eu fun o primeiro comercial autónomo da compañía», explica-, y aquella jornada de ventas le hizo batir récords. «Non daban crédito e recibín felicitacións por todos lados», cuenta.

Llegó a la firma asturiana, recién casado, «por un anuncio que lin en La Voz de Galicia e no que pedían distribuidores para a Costa da Morte. E alí fun de cabeza, porque estaba tolo por traballar».

Y desde entonces eso es lo que ha hecho durante los últimos 25 años, trabajar sin descanso. «É que non valgo para estar quieto, non podo estar sentado, teño que estar todo o día de aquí para alá. Ademais, había que pagar os préstamos», dice con una sonrisa. Unos créditos de los de hace 25 años, con unos intereses que hoy rozarían la usura. «Para comprar o primeiro camión tiven que levar a medio pobo de avalista e á miña sogra incluso lle daba vergonza. Os intereses entón estaban entre o 18 e o 32%», recuerda.

En ese camión viajó muchas veces su hijo, también José Antonio, con el que hoy comparte las tareas de dirección de la empresa. El más joven de los Suárez se incorporó a la compañía hace tres años -«en setembro, tralas festas de Laxe», recuerda su padre, fiel a su memoria-, después de estudiar un ciclo superior de Sonido y el grado medio de acordeón en el Conservatorio de A Coruña. «Gustábame e o coñecía dende pequeno», explica el joven.

«Encantáballe vir comigo a facer as rutas, porque moitas veces regalábanlle cousas. Unha vez déronlle unha caixa de fuets e fíxome a competencia, porque baixaba correndo do camión para vendelos antes de que eu chegase», recuerda Suárez Mouzo, que en 1989 puso en marcha su propia empresa, Suárez Alimentación, en la que a los yogures unió otros muchos productos, como embutidos, conservas o bacalao, que lleva a diario a establecimientos de hostelería y tiendas tradicionales de toda la provincia. «Agora xa case non hai ultramariños como os de hai anos, pero están xurdindo moitas tendas especializadas», explica Suárez, que en unas semanas inaugurará en el polígono de Ponteceso un moderno almacén de 1.700 metros cuadrados. «Xa ía sendo hora de que nos mudaramos, porque nos baixos de Laxe xa non nos revolvíamos», dice.

El cambio, añade, les permitirá envasar su propio bacalao, el producto estrella de la compañía. La nave está dotada de fuertes medidas de seguridad porque los Suárez no quieren más sustos. El más grande, recuerda volviendo a hacer gala de su buena memoria, fue «o 24 de decembro de 1997, cando nos roubaron un camión cheo de mercancía, valorada en catro millóns de pesetas». El vehículo lo recuperaron días después en A Coruña, pero el contenido, incluidas facturas sin cobrar «e a oficina enteira que levaba dentro», voló.

Logró recuperase siguiendo con lo suyo, trabajando a destajo, «quitándolle horas ao día e á noite», pero, sobre todo, gracias a sus clientes, a los que él siempre llama amigos. «Levo toda a vida con eles, confiando en min e eu neles, así que iso é algo máis que un cliente», asegura José Antonio, quien también le roba horas al día para dedicárselas a las fiestas de su parroquia (preside la comisión de los festejos de Serantes), al fútbol (presidió el Laxe, equipo en el que ahora juega su hijo), e incluso a la política (es concejal del PP desde el 2007 y este año volverá a presentarse). «E que non podo estar parado», se justifica con una sonrisa. Y es cierto.

Nombres

El palo es José Antonio Suárez Mouzo. La astilla, su hijo, José Antonio Suárez Canosa.

Edad

José Antonio (padre) nació en la parroquia laxense de Serantes hace 51 años. Su hijo tiene 25.

Profesión

Suárez Canosa comenzó a trabajar como distribuidor de alimentos en 1986, de la mano de Central Lechera Asturiana, y tres años después puso en marcha en Laxe su propia empresa, Suárez Alimentación, una compañía en la que actualmente también trabaja su hijo y que tiene más de 700 clientes en toda la provincia de A Coruña. Ambos son, además, grandes aficionados al fútbol. El padre presidió durante algunos años el Laxe, equipo en el que actualmente juega el más joven de los Suárez.